Representante Legal

martes, 12 de junio de 2007

Dignificación...


Perspectiva Política y Algo más…
•Dignificación, ¡hay que entrarle! lUna singular escuela

PENSAR y/o hablar de política y los políticos, creo yo nos confunde casi a todos, muchos ciudadanos piensan que se trata de una clase social de gran abolengo y fina ascendencia; otros creen que se trata de ciudadanos superdotados, superiores o en el mejor de los casos, iluminados que les corresponde el poder, incluso por herencia. También pensamos que el poder es sinónimo de privilegio, de ganar altos sueldos, trabajar casi nada, sólo participar en desayunos, exposiciones o planteamientos, reuniones para deliberar y recibir instrucciones de qué decir o cómo votar en tal o cual discusión próxima en tribuna. En realidad ¿se esfuerzan los políticos por la ciudadanía o se preocupan? Yo creo que deberían de hacerlo, y seguro más de alguno lo hará, pero ¿Los demás? ¿La gran mayoría? ¿Usted ha visto a un político pobre? ¿Cómo sale de la pobreza un político? ¿Con los puros sueldos? Pero qué hacer con los políticos y con la política. Acabo de leer, entre otras cosas, una aseveración o reflexión acerca de la política o políticos, que la verdad me dejó muy meditabundo y preocupado; dicha aseveración la hace el director general de Diario de Colima, Héctor Sánchez de la Madrid. Y dice: “Política y traición son, o deberían ser sinónimos”. Mire amable lector, quien lo dice sabe bien de qué habla, conoce perfectamente bien el tema, vamos por partes. Primero los políticos ya no deben mentir a la ciudadanía, ¿posible?; segundo, realmente deben ponerse a trabajar más de ocho horas diarias, ¿posible?; tercero, deben los políticos recibir a los ciudadanos que quieren plantearles algún problema o alguna solución, ¿posible?; bueno, yo ya con eso me daría. ¿Y los ciudadanos? Debemos apoyar a nuestros candidatos pero no por la promesa, fiesta o regalito que nos hagan, sino después de analizar su curriculum, su carácter, su responsabilidad, si podemos indagarlo, y por supuesto y antes que otra cosa, analizar previamente el programa o propuesta que traiga en nombre de su partido, ¿posible?Bueno, qué nos pasa a los ciudadanos; si de veras creemos como se manifiesta en las consultas o encuestas que los políticos son, quienes tienen la menor credibilidad, entonces ¿Por qué los tenemos? ¿Quién falla más? ¿Los políticos o los ciudadanos? Y ¿qué pasaría si los ciudadanos no saliéramos a votar? ¿se imagina usted la hecatombe social o el fenómeno inusitado que podríamos provocar a nivel mundial? Yo creo que el problema somos todos y desde luego que la solución somos todos, efectivamente tal y como lo manifestó en su emblema de campaña un político pasado que en paz descanse. Pero, ¿cómo debe o puede ser esa solución entre todos? Vámonos preocupando todos por la política, vamos todos a participar a través de un partido político o de alguna sociedad civil; la política es el quehacer necesario e indispensable de los ciudadanos, para que las acciones públicas sean cada día mejor, pero a quienes les toca realizarlas, sólo lo harán si los observamos y exigimos de otra manera, les gana a ellos la negligencia y se especializan en la demagogia, con lo cual nos hacen creer que cumplen. La política es mucho más importante como para dejárselas sólo a los políticos.UNA ESCUELA SINGULARDesde hace aproximadamente 20 años, un ciudadano adulto mayor me decía, que lo que es de Dios a Dios, y lo que es del hombre al hombre; él me explicaba que independientemente de las o la creencia religiosa que tuviéramos, todos o muchos deberíamos realizar en esta vida un apostolado cívico, que consistía en la predicación de lo que puede salvar o salvaguardar al ciudadano, aquí en este mundo; ya que al decir y pensar de él, estaba seguro que ningún gobierno buscaba de verdad la justicia social, porque todos eran corruptos, y el ciudadano limpio que entraba a la política o algún alto puesto de gobierno también se corrompía, y que no había otra alternativa más que preparar al ciudadano para que se defendiera y buscara la tan anhelada justicia social, que tanto ofrecen los gobiernos. El citado anciano me decía que así como creemos y actuamos para la salvación en la otra vida, así también había salvación para todos en esta vida y, que ésta consistía en aprender y ejercer nuestros derechos y obligaciones, pero que esto al gobierno no le convenía o nunca quería hacerlo, porque de esta forma habría una ciudadanía informada, exigente, que no permitiría abusos, ni latrocinios.Por cierto, desde entonces me quedó la inquietud si tenía razón o no dicho personaje, y terminé por convencer a otros ciudadanos (40) y formamos en el año de 1989 una Asociación Civil que no tuviera absolutamente nada que ver con partido político alguno; es así como a veces la hemos activado mucho y a veces la hemos dejado casi morir.El caso es que, desde hace dos años dicha Asociación ha incrementado sus actividades y ahora hasta una pequeña escuela de política puso en práctica para los voluntarios que gustan y aceptan tomar las pláticas de: a) Derecho Político, b) Derechos Humanos, c) Partidos Políticos, d) Ley Electoral Estatal, e) Ley Federal Electoral (Cofipe), etc. Como se han de imaginar amables lectores, los cursos son muy elementales, se imparten de siete a nueve horas los jueves y viernes; se instituyó entregar un diplomado ciudadano a quienes completen 50 asistencias. Los expositores son muy diversos profesionistas de buena fe que aceptan dar y compartir sus conocimientos.Fundamentalmente, tratamos de enseñar derechos y obligaciones al ciudadano, asimismo a través de volantes, calcomanías, perifoneo, difundimos todas estas elementales enseñanzas que deseamos sirvan de algo a quienes las reciben. También difundimos la cultura del trabajo, de la verdad, de la limpieza, del estado de derecho, la responsabilidad, la ecología, la puntualidad, la democracia, la tolerancia y la eficiencia. Damos orientación y asesoría legal, y las personas que han colaborado y colaboran en este objetivo son: Licda. Rocío Azucena Gómez Ramírez, el C.P. Pedro Jasso Ley, el Profr. César Trinidad Hernández, la Licda. Sandra Benuto Romero, el Lic. Joaquín Olvera, la pasante Ericka Margarita Trejo Ceja, su servidor Lic. Gabriel Salgado Aguilar, y otros ponentes que a veces nos honran con su participación. Como que hemos creído plenamente en aquel dicho o adagio que dice: “Dale un pez a un hombre y comerá ese día, enséñalo a pescar y comerá toda la vida”. Nos han dicho que nadie tiene conocimiento que haya en cualquier otro lugar de México una escuela de política, sin partido político; por ello creemos que tenemos una singular enseñanza que ofrecemos e invitamos a quienes quieran dar y a quienes quieran recibir. Para mayores informes acuda a calle del Trabajo No. 375, Centro.

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