Representante Legal

jueves, 14 de junio de 2007

A nosotros nos certifican...

Perspectiva Política y Algo más…
•A nosotros nos certifican •¿Procuran lo más importante?

SEGURAMENTE muchos hemos oído y también recordado que periódicamente el gobierno de los Estados Unidos, certifica y/o califica las acciones o comportamiento de los gobiernos de los países con los que tiene relaciones comerciales y de otros ámbitos, pero que le son relativamente incómodas o lesivas a los intereses de dicho país; es el caso de México que es un país que está entre los que los Estados Unidos certifica emitiendo una declaratoria de aprobación o de condena a su conducta en los rubros de seguridad respecto a los Derechos Humanos, pero sobre todo al rubro de la lucha contra el narcotráfico. Según esta costumbre norteamericana, nuestro país, salvo raras excepciones, siempre resulta no aprobatorio en su desenvolvimiento en esta área, y en consecuencia se integra a una lista negra formando parte del bloque de los países que no satisfacen los requerimientos del país norteamericano citado, desde luego porque se aduce que entre otras cosas, somos responsables de la mayor parte de enervantes que inunda el vecino país. Los mexicanos, es decir, el gobierno mexicano aguanta, sólo manifestando no compartir esta visión, no llega más allá.En nuestro país existe una derrama brutal de armas y explosivos de destrucción, y todos estos objetos nos lo surten los americanos, es decir, los Estados Unidos; pero tal diversidad y cantidad de armas ha prohijado no sólo la violencia, sino el desarrollo de un sinnúmero de grupos y personajes delictivos y hasta grupos de guerrilleros que desafían a la sociedad y al Estado, a tal grado que ya lo vemos y vivimos, como si ello fuera parte integral de nuestra cultura e idiosincrasia. ¿Y nuestras autoridades qué han hecho al respecto? ¡Muy poco o casi nada!, sí ciudadano, las grandes cantidades de armas que existen y circulan todo a lo largo y ancho de nuestro país y que sólo nos produce desolación, inseguridad y muerte, todas éstas nos las han estado surtiendo los comerciantes gringos, y nadie protesta, nadie dice algo, y el gobierno federal, ¡Bien, gracias!, viendo y dejando pasar esto tan grave; cuando debiera protestar, presionar, inculpar, señalar a este tipo de proveedores que tanto daño causa a nuestra sociedad, y ¿Por qué no? también nuestro gobierno bien podría calificar y clasificar pública y mundialmente como es normal, al estado norteamericano como el gobierno que tanto daño nos causa en este rubro.Lo anterior, independientemente de todo tipo de acción que sea necesaria para combatir el tráfico, uso y la posesión de armas fuera de la ley, acciones que deben ser cada día más enérgicas con el objetivo de inhibir el uso de tales instrumentos de destrucción. Consecuencia: certificación negativa al gobierno norteamericano; por sus acciones altamente lesivas al pueblo de México al que debemos de defender de todo, en todo y con todo.¿PROCURAN LO MAS IMPORTANTE?En el régimen de gobierno que tenemos, es muy común que casi para todo exista una o más dependencia a quien nominalmente corresponda conocer, tratar y “resolver” los problemas de la sociedad. Mire usted si no. Tenemos un sinnúmero de procuradurías con el fin dizque de conocer, intermediar, resolver y/o allanar todo tipo de necesidad o conflicto que se le presente al ciudadano; citaremos algunas: a) Procuraduría Agraria, b) Procuraduría Social, c) Procuraduría del Trabajo, d) Procuraduría de Protección al Medio Ambiente, e) Procuraduría de Justicia; procuraduría de muchas cosas más, que la verdad entre tanta procuraduría la sociedad termina mejor buscando alguna organización no gubernamental para solicitar orientación, apoyo e intermediación. Desde luego que todas las procuradurías, más allá de su ineficiencia o no, son muy valiosas e importantes. Pero ¿Qué se le puede procurar al ciudadano, a la sociedad, más importante que la salud? La salud después de la vida es lo más importante, sin embargo el Estado ha creado diversos organizamos y leyes que administran y norman la salud, pero ahí jamás se ha decidido a crear a favor de la sociedad una procuraduría, una institución que como su nombre lo indica, que sea procuradora de la salud, de la atención y cuidado a la salud de todo ciudadano mexicano. No sé si estemos de acuerdo estimado lector, pero la salud es el objetivo más preciado y sentido de la sociedad, y por cierto el rubro con mayor número de ineficiencias, quejas e irregularidades que sus reclamos y denuncias se ahogan en la pobreza, falta de conocimiento y el dolor del paciente y sus familiares. Es cierto, el gobierno ha creado una Comisión de Arbitraje Médico, dizque para conocer todo tipo de controversias en los casos de un daño sufrido por un paciente de parte de quien está prestándole algún servicio médico, es cierto, pero esta Comisión es de tipo elitista, pocos ciudadanos usuarios de los servicios médicos la conocen y deliberadamente nunca se promociona, pero además, como su propio nombre lo establece, está constituida para conocer y arbitrar hechos consumados, que en el mejor de los casos poco o nada van a reparar una mala atención, una negligencia y menos cuando esté de por medio la pérdida de la vida de un usuario o paciente. A diferencia de una Procuraduría de la Salud, ésta, su sola existencia provocaría disuasión de todo tipo de negligencias y conductas rapaces de muchos médicos y centros hospitalarios que actúan pensando más en el cuánto van a cobrar, que en el cómo van a curar a ese paciente que tienen en sus manos. Hay que decir que existen muchos muy buenos médicos, con ética, con moralidad y con generosidad y humanismo, pero esto no es la generalidad y sí debemos, es decir, el gobierno debe poner una Procuraduría de la Salud, como su nombre lo indica, que procure oficialmente el buen trato y servicio al paciente, que halla abasto de medicinas y que siempre halla un trato humano con calidad y calidez a todo ser humano, desde la concepción hasta su propia expiración o muerte. También hay que decir que existen hospitales y clínicas de calidad y con personal de excelencia, pero también existe, como alguien lo popularizó; todo lo contrario. El suscrito ha propuesto la creación de esta institución que menciono, es decir, de una Procuraduría de la Salud, pero como es evidente, no me han hecho caso aún. Veremos más adelante.

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