Representante Legal

martes, 12 de junio de 2007

¿para qué son las armas?...

Perspectiva Política y Algo más…


•¿Para qué son las armas? •¿Por qué no todos tienen atención a la salud? •La negligencia es un delito o responsabilidad civil

ES muy común que en muchos hogares de nuestro país tengamos una o más armas de fuego, con el fin de tener también un instrumento de defensa legítima en caso de algún agresor o invasor violento a nuestro hogar o morada; todo esto es autorizado por la ley, con los límites del calibre o potencia de las citadas armas de fuego, que no están reservadas al uso exclusivo del Ejército; la intención es buena y hasta ahí todo es lícito, sin embargo la gran mayoría o casi la totalidad de los hogares no contamos con dicha arma o armas. Es muy importante distinguir lo que significa poseer un arma en nuestro domicilio a portar un arma con nuestra persona o vehículo de transporte, siendo esto último, muy penado por la ley. Con excepción de poseer en nuestro domicilio un arma para la improbable circunstancia de la necesidad de una legítima defensa, ¿para qué otro objetivo se porta o se lleva consigo una arma de fuego? Las armas son para lesionar, son para matar, no tienen otro fin ni objetivo, entonces ¿Por y para qué un ciudadano lleva o porta arma? Este hecho debe ser prohibido absolutamente y penado de manera severa, a su vez debe ampliarse esencialmente la detección de armas, porque mire usted, si no existiera o practicara el uso o portación de armas, incluyendo las llamadas armas blancas, no habría prácticamente muertos u homicidios, porque en cada pleito o riña sólo habría moretones, chichones, contusiones, labios o quijadas rotas, y desde luego no habría tantos homicidas purgando penas o sustrayéndose de la justicia.Nuestros gobiernos municipal, estatal y federal, deberían entender que se requiere actuar con más eficiencia y energía contra quienes portan o llevan armas, porque mire usted, si bien es cierto que nuestra ley fundamental (La Constitución) nos permite poseer arma para el caso de la necesidad de la legítima defensa de nuestra integridad, nuestro honor o nuestras propiedades. También es cierto que podemos justificar cuando se traslada o se transporta dicha arma a nuestro domicilio, y en tal caso, este hecho desde luego no puede ser penado, pero cualquier otro hecho diferente no debe llevarse a cabo, sopena de ser objeto de una muy severa penalización, ¿no cree usted amable lector?¿POR QUE NO TODOS TIENEN ATENCION A LA SALUD?Con relación a la atención a nuestra salud, es de muy diversas formas y diferentes instituciones que existen para tal servicio, pero la realidad es que en esta diversidad de lugares y maneras de otorgar dicho servicio, son muy conocidas las siguientes: a) El Imss, al cual según diversas estimaciones tienen acceso 40 millones de mexicanos, b) El Issste, el cual atiende 15 millones aproximadamente de derechohabientes, c) El SP (Seguro Popular) que también según datos o estimaciones atienden ya cerca de 20 millones de mexicanos, y un gran número de ciudadanos recurrimos a los médicos y clínicas particulares. En un aproximado número de atendidos por las instituciones públicas se considera que son 70 millones de mexicanos que con sus deficiencias o altibajos, el estado da atención a la salud a través de las ya citadas Instituciones; pero existe mínimo otros 30 millones de ciudadanos que si bien es cierto buena parte, diríamos la mitad, 15 millones, tienen la capacidad económica de acudir y pagar un servicio particular, resulta también como mínimo 15 millones de mexicanos que se encuentran desamparados, sin ninguna garantía o derecho de atención médica y lo peor es que, se trata de los mexicanos y mexicanas más pobres, tales como los jornaleros, los desempleados, muchos estudiantes y menores de edad, etc. Que ellos sí que no tienen ni respuesta o justificación que les acredite en alguna manera, si existiera el porqué de su desdicha, diría yo. Lo anterior es muy grave y hasta hoy con muy raras excepciones (como el exsenador Héctor Michel, que ha andado gestionando ese derecho para los jornaleros) casi nadie se preocupa de ese gran número de hermanos mexicanos que tienen que andarse humillando de mil maneras y ante personas y/o dependencias cuando requieren de ese elemental servicio y derecho que por cierto consagra nuestra ley de leyes, nuestra Constitución.Las cuatro formas de ser atendidos los mexicanos que tenemos el privilegio de poder obtener dicho servicio a nuestra salud, de suyo ya es injusta o poco explicable; mire usted, porque un gran sector de trabajadores en la sociedad están confinados forzosamente a ser atendidos en el Imss (Instituto Mexicano del Seguro Social) cuando esta institución es una de las que prestan más motivos de queja por su característica ineficiencia y carencia de calidez humana; y porque existe otra institución con más “categoría”, Issste, que es para atender a empleados públicos ¿y sus familiares?, y qué decir de un nuevo por ciento sector de atención a la salud pública, el Seguro Popular que por desgracia no es suficiente, y es para un sector múltiple de pobres, desde luego, que opera también con muchas carencias; y luego el pudiente que escoge dónde, cómo y quién le debe dar atención, porque tiene con qué pagar; pero lo peor aún, los que no tienen la fortuna de estar con acceso a ninguna de estas cuatro alternativas. ¿Qué nos hace diferentes? ¿Por qué no basta con ser mexicano para tener asegurado un servicio de salud al alcance de todos? La salud es el servicio y requerimiento o reclamo social más sentido y necesario, más allá del empleo, educación, el progreso; la salud debiera ser prioridad dentro de las prioridades, y desde luego que es posible, porque cualquier ramo de gasto o inversión puede ser acotado o recortado, pero tratándose de la salud, el presupuesto debe ser substancialmente incrementado, hasta el nivel de que todo mexicano desde el vientre de su madre hasta la muerte, por el simple hecho de ser mexicano debe tener la cobertura incondicional, sin cortapisas, ni requisitos, los servicios de salud, en el nivel que nuestra ciencia y tecnología lo permitan, pero jamás debe ser limitado o restringido dicho servicio a favor de todo mexicano, por carencia material, humana o económica; este objetivo sí es posible, se necesita voluntad política, decisión e inteligencia; para poder asumir tales decisiones y acciones que nos asegure a cada individuo lo más importante después de la vida: La Salud.LA NEGLIGENCIA ES UN DELITO O RESPONSABILIDAD CIVILEn el quehacer y desarrollo social hay muchos ilícitos cubiertos y/o encubiertos que pasan desapercibidos por la ciudadanía, y no en pocas ocasiones resulta que hasta pagamos porque nos hagan víctimas de dichos ilícitos; me refiero a la negligencia; la negligencia la podemos definir como el resultado malo o negativo que produce una conducta irresponsable, indebida, descuidada, asumida por un ser humano que en condiciones de normalidad debe llevar a cabo, pero con efectos contrarios a los que se citan cuando se actúa con negligencia. ¿Y cuántas veces nos toca no sólo ver sino sufrir los efectos de este tipo de conductas sobre todo por parte del Sector público o Gobierno? Sin embargo nos hemos acostumbrado a cohabitar con la negligencia y los negligentes; la negligencia no sólo se da o practica en el servicio público, que ahí ya es casi una característica inevitable, con muy honrosas excepciones, sino que también se da en las oficinas o empresas de cualquier tamaño en el sector privado. Pero ¿cómo podríamos evitar o combatir la negligencia? Lograrlo en el Sector Público es muy difícil, no se le ve mucho por dónde, pues no hay que olvidar que ahí los sindicatos a la mexicana, ejercen una absorción brutal en el agremiado que es el empleado público y éstos tienen como prioridad estar bien con su sindicato, y después cualquier cosa puede venir. Y los empleados del Sector Particular o Privado, que a veces también padecen cierto sindicalismo, pero su debilidad o motivo para practicar la negligencia es por un lado la falta de conciencia y cultura del valor y trascendencia de su trabajo, y por otra parte, es la idea que el trabajador tiene en el sentido de que para él lo más importante es quedar bien con el patrón o jefe, y no con el usuario o cliente, que es quien y por quien existe esa empresa o patrón con quien trabaja. ¡Combatamos pues, todos la negligencia y así estaremos mejor, mucho mejor!

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