Representante Legal

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Cómo y en qué se gasta...

Perspectiva Política y algo más…

*Cómo y en qué se gasta el dinero del pueblo y del país *Dizque apareció una esperanza

Si alguna asignatura mayúscula ha existido y existirá por tiempo indefinido en nuestro país y sociedad, es la de cómo y en qué se gasta el dinero de los ciudadanos; sí, mire usted amable lector, el dinero es la riqueza, y ésta ha sido el motivo de todas las batallas, guerras y catástrofes humanas así como también ha sido el motivo de casi todos los crímenes y delitos desde los más insignificantes hasta los más horrendos y trascendentes en toda la humanidad, por ello disponer y administrar una inmensa riqueza que no es suya como es el caso de los políticos que de repente se convierten en los responsables del qué y el cómo gastar miles y miles de millones de pesos y en el caso del ejecutivo federal, millones de millones de pesos y aunque todos sabemos que hay leyes que les obligan a gastar bien y administrar bien esos dineros, también debemos saber que hay todos los instrumentos humanos y materiales que no sólo permiten al gobernante político hacer y deshacer como ellos quieran de dicha riqueza o grandes cantidades de millones, sino que hasta los instan, los estimulan a que hagan una convenenciera distribución o disposición de buena parte de esa riqueza del pueblo, y para esto están los subalternos y colaboradores, listos para justificar, simular, legalizar todos los desvíos pequeños y grandes o latrocinios que quiera o decida hacer el mandatario o cualquier funcionario que maneje dinero público o del pueblo; esto ha sido y es una triste realidad a través de toda nuestra historia en México y en mayor o menor grado sigue y por lo que se ve, seguirá sucediendo hasta que nuestro pueblo adquiera y ejerza un mejor grado de conciencia ciudadana y deber político. Es muy importante señalar que siempre han existido y existen las muy honrosas excepciones de hombres probos y patriotas, pero eso amigos lectores, son casi inexistentes, son muy pocos.

Mire usted querido lector, para no irnos tan lejos de nuestro pasado, nos referiremos a la fecha en que nuestro país recién logrado y declarado su independencia y después del malogrado primer emperador y mandatario de nuestro país Agustín de Iturbide, nuestro país se constituyó en una república y se dio su propio constituyente quienes crearon nuestra propia constitución que fue la de 1824, así como también se proclamó nuestro primer Presidente de la República el General Guadalupe Victoria, pues desde el primer episodio del México independiente, los mexicanos grandes héroes nuestros primeros constituyentes ya sabían que la panacea del mal y la gran generadora de toda injusticia era la riqueza, el erario, el dinero del pueblo; y así con el profundo fervor patriótico y en ese ambiente aún humeante de pólvora y muchos con sus indumentarias de insurgentes que no podían desprenderse de éstas, fue así que se libró una profunda y acalorada discusión acerca de cómo y quién ordenaría, vigilaría y castigaría en su caso la administración y administradores de los dineros del pueblo, sí amigos lectores, todo esto nos es ajeno y sorprendente a nuestro presente y a todas nuestras generaciones, pero ese ha sido y es aún el punto álgido por el que se pelean todos los políticos por conservar y ese ha sido hasta nuestras fechas el punto álgido, el punto débil del pueblo mexicano que aunque han pasado ya tres constituciones del país, no sé si miles, no tengo el dato, de reformas a las mismas, también pasaron muchas guerras internas en el país y ya casi doscientos años del México amado “independiente” y aún no podemos dar o generar administraciones de la riqueza nacional, honradas y transparentes. En la primera constitución de 1824 el Congreso constituyente determinó de manera muy clara y contundente que sería la Cámara de Diputados quienes vigilarían y sancionarían el manejo del dinero del pueblo en manos del ejecutivo, del judicial y del propio congreso, para ello también estableció que en virtud de que los congresistas serían sólo por periodos cortos y además no serían lo más probable, peritos en la materia ni con el perfil idóneo, es por ello que la Cámara o Congreso crearía un órgano técnico especializado y dependiente únicamente de la Cámara de Diputados a través de una comisión especial a su vez, que estaría proveyendo y vigilando también a ese órgano fiscalizador especializado y de tanta trascendencia , importancia y poder para ejercer tal función, para ello dicho órgano o institución cuyo nombre fue hasta hace dos sexenios el de la Contaduría Mayor de Hacienda y ésta duraría en su encargo 8 años con el objeto de que nunca coincidiera con los periodos presidenciales y así se conservara ajena o con espacios extras para poder revisar y denunciar todas las irregularidades que aparecieran en los manejos del dinero del pueblo; desgraciadamente y para nuestro mal, tristemente la realidad desdibujó y acabó con aquellos anhelos e ideales de crear administraciones honradas y transparentes que produjeran desarrollo y justicia social; pues el Presidente en turno corrompió a los Congresos en turno y como lo accesorio sigue la suerte de lo principal, resultó que todas las contadurías mayores de hacienda sucesivas, se convirtieron en peones del ejecutivo en turno y así también ocurrió y ocurre a nivel estatal; las contadurías mayores de hacienda dependen del congreso sólo nominalmente, porque de facto o hecho, están y colaboran con el Gobernador en turno, esa es nuestra triste realidad y seguirá siendo por buen tiempo aún para nuestra desgracia. Cuando se creó por primera vez (1824) la Contaduría Mayor de Hacienda, tenían más facultades operativas y punitivas, pero las sucevas legislaturas las fueron debilitando, ahora a nivel nacional dicha institución le cambiaron el nombre pues ahora se llama órgano superior de fiscalización, así como también le adecuaron en forma limitada o corta la recuperación de algunas facultades, insuficientes aún, pero con esto ya los mexicanos sentimos que vamos mejorando y sentimos que hay una leve esperanza de que se haga realidad esa asignatura insurgente y revolucionaria pendiente ¡ojalá! Pero nos falta mucho porque para esto se requiere cultura cívica, participación responsable en lo político del pueblo y al parecer eso nunca lo han procurado ni les conviene mucho a los gobiernos ni a los políticos, ¿y a los partidos? La respuesta la tiene usted amigo lector. No olvidemos que ningún gobierno podrá salir airoso en cualquier rubro que se proponga, sin la participación del pueblo, por ello en el pueblo y su accionar está la solución.

DIZQUE EN COLIMA HAY UNA ESPERANZA

De acuerdo a una reforma constitucional que emitió el Congreso de la unión y con el deseo y buena intensión de que esa laguna profunda y traicionera en que se convirtió la asignatura pendiente histórica y ancestral que padecemos los mexicanos, consistente en que nadie sabe, nadie supo ni le consta cómo se gastan los dineros del pueblo, es por ello que con la intensión de obligar a los Gobiernos estatales a transparentar sus administraciones, en ese sentido dicha reforma a la norma fundamental fue enviada a nuestro Congreso Local, y entre otras cosas la norma de referencia establece la obligación de que las entidades federativas como lo es nuestro Estado, tengan un nuevo órgano técnico de fiscalización, ahora con el nombre de órgano o instituto superior de fiscalización del Estado de Colima, o denominación parecida a esto y que su titular será nombrado por las dos terceras partes del Congreso del Estado, esto es, ya no será por una simple mayoría, y bien, pues nuestro Congreso Estatal ya recibió y avaló tan ordenamiento, solamente que tiene un año de plazo para crear su propio órgano superior de fiscalización y bueno, pues esto ya es motivo de mucho júbilo para las bancadas (diputados) de oposición, pues se cree que con esto se podrá abatir las grandes obscuridades por donde pasa el dinero del pueblo, mismo que no se sabe al cien por ciento dónde se queda muy buena parte y a dónde va; pero los instrumentos humanos, políticos, económicos y otros también legales, estarán siempre operando y jugando a favor del gobernante en turno, porque tratándose de dinero ajeno (del pueblo) la honradez y la transparencia no se da, normalmente de mutuo propio o porque así lo diga una norma, siempre habrá una salida, una puerta extra para burlarlas, la solución y resultado que a todos nos conviene y necesitamos, sólo puede generarse desde la sociedad civil, con la participación conciente y responsable del quehacer ciudadano, sobre todo de la sociedad organizada, el gobierno con el pueblo lo puede todo, sin el pueblo se destantea y cae en la tentación y produce nuevos ricos y mucha corrupción, ¿no lo cree usted distinguido lector?

Gabriel Salgado Aguilar

Perspectivapoliticasalgado.blogspot.com

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