Representante Legal

miércoles, 14 de noviembre de 2007

La sociedad avanza poco...

Perspectiva Política y algo más…

*La sociedad avanza poco y sigue esperando *Quién es la autoridad y quién la ejerce

Es una realidad que no podemos negar, existe un avance social ¿en qué grado? Eso sí es difícil medirlo, pero lo que tampoco podemos negar son las profundas desigualdades que persisten en nuestra sociedad, desigualdades que generan estampas de sufrimiento y carencias reales que a veces pensamos que sólo en las películas o novelas se pueden dar; nuestro pueblo y nuestro país está considerado como una sociedad emergente, como una economía en desarrollo, es decir, no estamos en lo último de la clasificación ni tampoco estamos en el primer pelotón, y aunque como decíamos que es difícil medir nuestro avance y progreso, la verdad es que sí lo hemos venido logrando, aunque también hay que decirlo, éste no corresponde al nivel de las posibilidades que representa un país con tantos recursos tan variados como existentes, pues con tantos recursos naturales, recursos humanos, recursos económicos, recursos intelectuales, etc. Sin embargo nuestra clasificación y nuestra realidad no es la que necesitan y merecen los mexicanos. Nuestro país es un pueblo joven por sus habitantes y también como nación, pues no olvidemos que apenas vamos a cumplir nuestro bicentenario (200 años) que el Gobierno ya está haciendo los preparativos para los correspondientes festejos, aunque hay que decirlo, nuestra nación como tal independiente, sólo habrá de cumplir sus 200 años o su bicentenario hasta el 2021, pues no olvidemos que fue en el año de 1821 cuando se logró y consumó la independencia mexicana del imperio español, sin embargo como nuestros gobiernos siempre buscan qué celebrar, pues ya nos tienen todo un programa y estructura burocrática para celebrar en el año 2010 el bicentenario de la independencia de México, pero los ciudadanos tenemos que tener presente que en esa fecha sólo se cumplirán 200 años pero de que se registró el primer movimiento independentista real y formal, sin embargo fue hasta once años después, en que los independentistas encabezados por Vicente Guerrero y las fuerzas virreinales encabezadas por Agustín de Iturbide, ambos bandos se ponen de acuerdo y firman finalmente la consumación de la independencia y se integra un solo ejército, el ejército trigarante. Pero más allá del tema de que celebramos en el 2010, yo creo que se debe celebrar lo que se logra y su fecha en que se logra, de lo contrario estaríamos tan mal como si el hombre celebrara la fecha o el día en que inició su programa de aeronaves espaciales, para festejar el arribo a la luna del primer hombre en dicho lugar o como si celebráramos como fecha del descubrimiento de América en el día en que Hernán Cortés tuvo la feliz o infeliz ocurrencia de plantearles a los reyes católicos de España le financiara su viaje hacia las Indias, en el que como consecuencia descubrió América y no el día en que arribó o logró llegar a estas tierras; pero bueno, nuestros políticos son nuestros políticos y ¿usted cree en la buena fe y sinceridad de nuestros políticos? Bueno, la verdad yo tampoco. Lo cierto es que ya nos anda por celebrar en el 2010, y hasta se construirá el edificio más grande de Latinoamérica como parte de los festejos, ¿cómo lo ve usted amigo lector? Pero volviendo al tema central de este escrito ¿la sociedad avanza? Si avanza ¿pero en el grado justo y posible? ¡claro que no! Mire usted apreciable lector, el problema toral o fundamental de nuestra sociedad es el de que no hemos podido tener excelentes administradores del dinero del pueblo, y mire usted, la verdad que administrar nunca ha sido fácil o si no, recuerde usted cuántas veces recibe uno mismo tal o cual cantidad de dinero y para un rato después o para uno o dos días posteriores, ya ni sabemos en qué hemos gastado lo nuestro y tampoco nos salen o cuadran bien las cuentas, y eso es que se trata de nuestro dinero, ahora piense usted y considere a nuestros “patriotas y sufridos políticos” que reciben un dineral (miles de millones de pesos) que no es de ellos y lo peor que es propiedad de Juan Pueblo, al que nadie defiende ni identifica, ¿y qué cree usted bien pensado lector? Pues que les es muy difícil administrarlo, y si no pregúntenle a Silverio Cavazos y compañía. Y lo peor amigo lector, dicho dinero ajeno a veces se les va sin permiso a muchos funcionarios y se anda escondiendo en sus feudos o patrimonios personales y lo peor aún, la mayoría de los casos sucede a través de terceros que ni vela tienen en el entierro, pero se llevan algo por prestar su nombre; ¿cómo la ve usted? Pero retomando el tema, ¿la sociedad avanza, lo justo? no, claro que no, aún no le llega su tiempo, pero llegará, eso nunca debemos dudarlo, por que el pueblo cada día es una comunidad más enterada, más conciente y de un rato a otro va a despertar, va a reaccionar, va a exigir rigurosamente cuentas claras, y si no, al tiempo, muy poco tiempo por cierto.

¿QUIÉN EJERCE LA AUTORIDAD?

A todos los ciudadanos nos consta que cualquier tipo o nivel de autoridad legítima tiene facultad para ejercerla e inclusive sancionar o castigar en el ámbito de su competencia y nivel a quien desacate o incumpla lo que está establecido para el ciudadano común, es así como un modesto policía nos puede arrestar por cualquier falta administrativa y más aún por la comisión de una conducta indebida mayor, un agente de tránsito nos levanta una infracción y a veces nos recoge nuestra unidad automotor, un vigilante o guardia, un funcionario de escritorio, etc. pueden generar sanciones para quien no respete o cumpla aquello para lo cual están éstas autoridades afectas a vigilar o exigir el debido cumplimiento; y más aún hasta particulares con facultades dentro de su empresa o corporación están afectos a sancionarnos, así es, cuando usted no paga la luz, se la cortan, si no paga el agua, se la cortan, si no paga algún derecho o impuesto, le embargan en el menor de los casos. Ahora bien, entre toda la diversidad de autoridades hay una que es la suprema, esa es el pueblo; sí amigo lector, aunque usted no lo crea, así lo establece la realidad y así lo reconocen todas las leyes, principalmente la mayor que es nuestra Constitución Política Mexicana, misma que establece entre otras cosas que “todo poder dimana del pueblo” y el pueblo es el único facultado para ejercer su soberanía y darse el gobierno que así le acomode o decida. Entonces no hay ninguna duda de que el pueblo es la máxima y legítima autoridad y es el que manda; ¿pero qué ha sucedido y qué sucede cuando sus mandaderos (mandatarios o gobernantes) les fallan? El pueblo (ciudadanos) no ha sabido ejercer su poder y menos ha sabido ni sabe aún sancionar o castigar y de eso están hartos de abusar casi todos los políticos. Todos saben que el pueblo no ha ejercido sus facultades y derechos y por ello no se han preocupado; el funcionario piensa y actúa en relación y función de sus jefes, pues lo que anhela es quedar bien y obtener una posición mayor y en ese entorno se desenvuelve, para él ahí está la clave de su éxito, ¿y el pueblo? Bueno, para eso hay políticos que saben hablar bonito y los partidos políticos, y además, pues el pueblo no sabe defenderse y los defensores somos nosotros, los políticos. ¿Entonces, cuál es el problema y a quién le importa de verdad que el pueblo despierte y se sepa defender así como sancionar como una sociedad avanzada como la japonesa, la danesa, la holandesa, etc? ¿Entonces, si los defensores y representantes del pueblo somos los políticos y a nosotros los políticos nos conviene que el pueblo no se sepa defender pues cuál es el peligro? Y ahí está el problema distinguido lector; ¿qué sucedería si en las próximas elecciones cada ciudadano, cada elector dijera a los candidatos: a mí primero convénceme de qué hiciste o has hecho por mi tú y tu partido y entonces decido si voto por ustedes u otra opción? ¿saben qué pasaría queridos lectores? ¡nadie o casi nadie saldría a votar! ¿Y como consecuencia de esto qué ocurriría? Que todos los políticos recibirían una gran lección, cambian o cambian y entonces, tendríamos avances más acelerados rumbo a abatir esas profundas desigualdades y pobreza que existen y cita el Presidente Calderón en sus discursos; ¿no cree usted estimado lector? ¡Algo debemos hacer!



Gabriel Salgado Aguilar
Perspectivapoliticasalgado.blogspot.com

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