Perspectiva Política y algo más…
Si a usted le administran su capital o sus recursos… *¿Qué acción de cambio o propuesta hay a la ciudadanía?
Cuando uno es propietario, legítimo poseedor o derecho habiente de algo, esto se cuida, se administra bien o mal bajo su propia responsabilidad para progresar o empobrecerse, pero cuando usted paga a personas para que éstas cuiden y administren bien para su propio beneficio, está claro que dichos administradores, empleados que reciben un pago por ello, tienen la absoluta y terminante obligación de hacerlo de manera transparente, con acceso a la información de dicha administración a favor de sus dueños y por supuesto están obligados a la rendición clara y puntual de cuentas; de esto no hay duda y nadie se escapa; vea usted a las empresas, a las sociedades mercantiles, a los bancos, etc. Ahora bien, nuestros gobernantes (servidores públicos o empleados) son los administradores de todas nuestras riquezas que en forma anual importa un poco más de dos millones y medio de millones de pesos, esto es ejercido, gastado o administrado por nuestros empleados que conforman los miles y miles de integrantes del gobierno federal y tristemente como parte de nuestra cultura los ciudadanos mexicanos no recibimos la rendición de cuentas ni tenemos en términos reales el acceso a la información y la mera verdad, la administración jamás ha sido transparente en el pleno sentido de lo que significa transparencia; pero más aún la transparencia de la función pública, no se debe constreñir al gasto de nuestro dinero, no amigo lector, la transparencia en dicha función de nuestros gobernantes debe de quedar totalmente incluidos todos los actos o actuaciones que como autoridad ejerzan éstos, esto es, si hay que realizar adquisiciones, no es suficiente pagarlas correctamente o al mejor precio, no, no lo es todo, sino que hay que cumplir con la búsqueda del mejor precio, pero acatando un procedimiento donde se soliciten quienes oferten y bajo y un proceso legal y equitativo conforme a las reglas ya existentes. Cabe aclarar que a nivel federal y ya en algunos Estados de la república, ya tenemos leyes que obligan al funcionario público (administradores de lo que es del pueblo) a la transparencia, rendición de cuentas y permitir el acceso a la información, sin embargo también es cierto que todo esto viene siendo sólo nominal, es decir, es formal porque ya está en la norma, pero de esto a que se haga una realidad integralmente, existe una muy larga distancia, porque mire usted estimado lector, en primer lugar, en México, nuestro sistema legal establece tal vez más derechos, garantías, promesas, facultades prerrogativas, apapachos y no sé qué más, que cualquier otra legislación del mundo, ¡ah! Pero de que se haga realidad ”ahí es donde está el detalle” como decía Clavillazo, y como ejemplo empezando por un elemental derecho, dice nuestra carta magna en México: “Todo trabajador tendrá derecho a un salario digno que sea suficiente para cubrir sus elementales necesidades”, etc. y oiga usted, el salario mínimo general establecido por los órganos correspondientes, no llega ni a cincuenta pesos y ésta cantidad no ajusta ni siquiera para una comida o cena de tacos; entonces vea usted como nuestros gobiernos nos han ido atiborrando de garantías, derechos, prerrogativas, dádivas, promesas y cuanta cosa sea agradable al oído, pero la realidad siempre ha sido otra. Hace algunos días declaraba el Diputado Coordinador del Congreso del Estado de Jalisco en un arranque de sinceridad que: en el Congreso del Estado todos los legisladores promovían en su gran mayoría iniciativas de ley o de reforma pero sólo como ocurrencia y no porque fueran procedentes o buenas en bien de la sociedad, o lo que es lo mismo, sólo para cumplir o tratar de quedar bien; y desde luego pues casi todas las susodichas iniciativas pues tenían que dictaminarse improcedentes, etc. así las cosas y como consecuencia de todo esto, ahora nos encontramos eureka con dos casos inusitados. Uno: que la suprema corte de justicia, dizque ofreció oficiosamente transparentar sus compras o adquisiciones para el año del 2008 y para ello se coordinó con la organización de nombre Transparencia Mexicana A.C. que preside Federico Reyes Heroles, ¡ah! Pero sólo lo referente a las adquisiciones, no a sus sueldos, sobresueldos, más allá de los sueldos y postsueldos y no sé qué tantos nombres les dan a la diversidad de los ingresos que tienen, pues ya están igual que los políticos del Congreso y ejecutivo; dos: que un partido político (y esto sí que es sorprendente) el de nombre Convergencia, de mutuo propio fue al IFE y le propuso un convenio compromiso voluntario de transparencia en la administración de sus recursos que recibe como prerrogativa para el gasto corriente y el de sus campañas y para esto pidió incluso la participación como testigo del compromiso nada menos que a la titular del IFAI, para que se viera la seriedad y buena fe de dicho partido; bueno, pues esto sí que es una grata sorpresa, muy meritorio que ese partido de convergencia se haya ofrecido a la autoridad para que ésta lo revise, audite, observe, califique, etc. Estas son las únicas instituciones que voluntariamente ofrecen cumplir con lo que es su obligación pero de todos no nomás de éstas, en hora buena con estas dos instituciones y un reconocimiento cívico y profundo al partido Convergencia, ojalá así fueran todos los demás organismos que manejan fondos públicos.
QUÉ ACCIONES DE CAMBIO O PROPUESTA CONOCE USTED
El ciudadano en general, se encuentra en la expectativa en el ámbito de la renovación cíclica de sus autoridades; unas cada tres años (los diputados, presidentes municipales y sus regidores) y otros cada seis años (los gobernadores, los senadores y el presidente de la república) y desde luego con la esperanza renovada de que tal vez los nuevos funcionarios sean mejores, o tal vez se de un milagro y de verdad puedan hacer mucho por la ciudadanía, etc. ¿En realidad, qué espera el ciudadano del próximo proceso electoral? ¿en verdad se ha puesto usted a meditar y se ha preguntado, ¿ahora qué me va a ofrecer el PRI? ¿qué me ofrece el PAN? ¿qué me va a ofrecer el PRD? ¿o los demás partidos minoritarios? Analice usted apreciable lector y vea si habrá algo nuevo bajo el sol o sólo será un relevo en los propuestos, es decir, ahora el que está de diputado me dice que va o quiere ser el mejor Presidente Municipal; el que ahora está de presidente dice que podría ser el mejor Gobernador del Estado y el que ahora es Regidor o está en la estructura de tal o cual partido, ahora me lo ponen como el mejor para ser diputado o presidente, ¿todo esto a quién o quiénes les importa? ¿quién o quiénes en verdad se van a beneficiar? Recordemos los periodos pasados, hace tres años, hace seis años, hace nueve años, ¿he recibido algo trascendente en cada etapa o cambio? ¿qué nos sucede si no registramos un cambio que me beneficie? No sería mejor en vez de esperar las ofertas de los nuevos candidatos que en general serán los mismos y las mismas ofertas, pero irán por diferente puesto, que nosotros hiciéramos como los niños con los santos reyes y les tuviéramos un conjunto de peticiones y si se comprometen y aceptan, pues exigírselas que las cumplan , sopena de requerirlos públicamente y reprobarlos a él y su partido por incumplidos; porque oiga usted, después de que son electos nuestros funcionarios ¿quién se acuerda de sus promesas o propósitos? ¿y quién les exige? Ahora bien, ¿en el próximo proceso electoral, los partidos y candidatos nos sorprenderán con alguna innovación? ¿Alguna nueva oferta? o estarán huecos, vacíos de oferta ciudadana, como huecos y vacíos están muchos de acciones ciudadanas que de verdad nos provoque un cambio para mejorar y no todos los cambios que siempre se ofrecen, para seguir igual el de arriba, siempre arriba y más, y el de abajo, siempre abajo y más, o por lo menos cada día más gente abajo; por todo esto resulta imprescindible que los ciudadanos que tengamos conciencia de lo que es la renovación de nuestras autoridades, debemos ser exigentes, debemos orientar a nuestros prójimos para que actuemos con mucha responsabilidad cívica en beneficio de nosotros mismos.
Gabriel Salgado Aguilar
Perspectivapoliticasalgado.blogspot.com
Si a usted le administran su capital o sus recursos… *¿Qué acción de cambio o propuesta hay a la ciudadanía?
Cuando uno es propietario, legítimo poseedor o derecho habiente de algo, esto se cuida, se administra bien o mal bajo su propia responsabilidad para progresar o empobrecerse, pero cuando usted paga a personas para que éstas cuiden y administren bien para su propio beneficio, está claro que dichos administradores, empleados que reciben un pago por ello, tienen la absoluta y terminante obligación de hacerlo de manera transparente, con acceso a la información de dicha administración a favor de sus dueños y por supuesto están obligados a la rendición clara y puntual de cuentas; de esto no hay duda y nadie se escapa; vea usted a las empresas, a las sociedades mercantiles, a los bancos, etc. Ahora bien, nuestros gobernantes (servidores públicos o empleados) son los administradores de todas nuestras riquezas que en forma anual importa un poco más de dos millones y medio de millones de pesos, esto es ejercido, gastado o administrado por nuestros empleados que conforman los miles y miles de integrantes del gobierno federal y tristemente como parte de nuestra cultura los ciudadanos mexicanos no recibimos la rendición de cuentas ni tenemos en términos reales el acceso a la información y la mera verdad, la administración jamás ha sido transparente en el pleno sentido de lo que significa transparencia; pero más aún la transparencia de la función pública, no se debe constreñir al gasto de nuestro dinero, no amigo lector, la transparencia en dicha función de nuestros gobernantes debe de quedar totalmente incluidos todos los actos o actuaciones que como autoridad ejerzan éstos, esto es, si hay que realizar adquisiciones, no es suficiente pagarlas correctamente o al mejor precio, no, no lo es todo, sino que hay que cumplir con la búsqueda del mejor precio, pero acatando un procedimiento donde se soliciten quienes oferten y bajo y un proceso legal y equitativo conforme a las reglas ya existentes. Cabe aclarar que a nivel federal y ya en algunos Estados de la república, ya tenemos leyes que obligan al funcionario público (administradores de lo que es del pueblo) a la transparencia, rendición de cuentas y permitir el acceso a la información, sin embargo también es cierto que todo esto viene siendo sólo nominal, es decir, es formal porque ya está en la norma, pero de esto a que se haga una realidad integralmente, existe una muy larga distancia, porque mire usted estimado lector, en primer lugar, en México, nuestro sistema legal establece tal vez más derechos, garantías, promesas, facultades prerrogativas, apapachos y no sé qué más, que cualquier otra legislación del mundo, ¡ah! Pero de que se haga realidad ”ahí es donde está el detalle” como decía Clavillazo, y como ejemplo empezando por un elemental derecho, dice nuestra carta magna en México: “Todo trabajador tendrá derecho a un salario digno que sea suficiente para cubrir sus elementales necesidades”, etc. y oiga usted, el salario mínimo general establecido por los órganos correspondientes, no llega ni a cincuenta pesos y ésta cantidad no ajusta ni siquiera para una comida o cena de tacos; entonces vea usted como nuestros gobiernos nos han ido atiborrando de garantías, derechos, prerrogativas, dádivas, promesas y cuanta cosa sea agradable al oído, pero la realidad siempre ha sido otra. Hace algunos días declaraba el Diputado Coordinador del Congreso del Estado de Jalisco en un arranque de sinceridad que: en el Congreso del Estado todos los legisladores promovían en su gran mayoría iniciativas de ley o de reforma pero sólo como ocurrencia y no porque fueran procedentes o buenas en bien de la sociedad, o lo que es lo mismo, sólo para cumplir o tratar de quedar bien; y desde luego pues casi todas las susodichas iniciativas pues tenían que dictaminarse improcedentes, etc. así las cosas y como consecuencia de todo esto, ahora nos encontramos eureka con dos casos inusitados. Uno: que la suprema corte de justicia, dizque ofreció oficiosamente transparentar sus compras o adquisiciones para el año del 2008 y para ello se coordinó con la organización de nombre Transparencia Mexicana A.C. que preside Federico Reyes Heroles, ¡ah! Pero sólo lo referente a las adquisiciones, no a sus sueldos, sobresueldos, más allá de los sueldos y postsueldos y no sé qué tantos nombres les dan a la diversidad de los ingresos que tienen, pues ya están igual que los políticos del Congreso y ejecutivo; dos: que un partido político (y esto sí que es sorprendente) el de nombre Convergencia, de mutuo propio fue al IFE y le propuso un convenio compromiso voluntario de transparencia en la administración de sus recursos que recibe como prerrogativa para el gasto corriente y el de sus campañas y para esto pidió incluso la participación como testigo del compromiso nada menos que a la titular del IFAI, para que se viera la seriedad y buena fe de dicho partido; bueno, pues esto sí que es una grata sorpresa, muy meritorio que ese partido de convergencia se haya ofrecido a la autoridad para que ésta lo revise, audite, observe, califique, etc. Estas son las únicas instituciones que voluntariamente ofrecen cumplir con lo que es su obligación pero de todos no nomás de éstas, en hora buena con estas dos instituciones y un reconocimiento cívico y profundo al partido Convergencia, ojalá así fueran todos los demás organismos que manejan fondos públicos.
QUÉ ACCIONES DE CAMBIO O PROPUESTA CONOCE USTED
El ciudadano en general, se encuentra en la expectativa en el ámbito de la renovación cíclica de sus autoridades; unas cada tres años (los diputados, presidentes municipales y sus regidores) y otros cada seis años (los gobernadores, los senadores y el presidente de la república) y desde luego con la esperanza renovada de que tal vez los nuevos funcionarios sean mejores, o tal vez se de un milagro y de verdad puedan hacer mucho por la ciudadanía, etc. ¿En realidad, qué espera el ciudadano del próximo proceso electoral? ¿en verdad se ha puesto usted a meditar y se ha preguntado, ¿ahora qué me va a ofrecer el PRI? ¿qué me ofrece el PAN? ¿qué me va a ofrecer el PRD? ¿o los demás partidos minoritarios? Analice usted apreciable lector y vea si habrá algo nuevo bajo el sol o sólo será un relevo en los propuestos, es decir, ahora el que está de diputado me dice que va o quiere ser el mejor Presidente Municipal; el que ahora está de presidente dice que podría ser el mejor Gobernador del Estado y el que ahora es Regidor o está en la estructura de tal o cual partido, ahora me lo ponen como el mejor para ser diputado o presidente, ¿todo esto a quién o quiénes les importa? ¿quién o quiénes en verdad se van a beneficiar? Recordemos los periodos pasados, hace tres años, hace seis años, hace nueve años, ¿he recibido algo trascendente en cada etapa o cambio? ¿qué nos sucede si no registramos un cambio que me beneficie? No sería mejor en vez de esperar las ofertas de los nuevos candidatos que en general serán los mismos y las mismas ofertas, pero irán por diferente puesto, que nosotros hiciéramos como los niños con los santos reyes y les tuviéramos un conjunto de peticiones y si se comprometen y aceptan, pues exigírselas que las cumplan , sopena de requerirlos públicamente y reprobarlos a él y su partido por incumplidos; porque oiga usted, después de que son electos nuestros funcionarios ¿quién se acuerda de sus promesas o propósitos? ¿y quién les exige? Ahora bien, ¿en el próximo proceso electoral, los partidos y candidatos nos sorprenderán con alguna innovación? ¿Alguna nueva oferta? o estarán huecos, vacíos de oferta ciudadana, como huecos y vacíos están muchos de acciones ciudadanas que de verdad nos provoque un cambio para mejorar y no todos los cambios que siempre se ofrecen, para seguir igual el de arriba, siempre arriba y más, y el de abajo, siempre abajo y más, o por lo menos cada día más gente abajo; por todo esto resulta imprescindible que los ciudadanos que tengamos conciencia de lo que es la renovación de nuestras autoridades, debemos ser exigentes, debemos orientar a nuestros prójimos para que actuemos con mucha responsabilidad cívica en beneficio de nosotros mismos.
Gabriel Salgado Aguilar
Perspectivapoliticasalgado.blogspot.com
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