Representante Legal

sábado, 30 de junio de 2007

Componendas polìticas

Perspectiva Política y Algo más…

•Las componendas políticas y la ciudadanía •La reforma laboral, sí

CONSTANTEMENTE vemos en los periódicos, en la televisión o escuchamos en la radio, el tema de las reformas estructurales. Desde los tiempos del presidente Ernesto Zedillo, se hacía sentir la urgente necesidad de dichas reformas, ¿para qué? Pues según los expertos y los aprendices como el suscrito, para que el Estado (gobierno) tenga más recursos, se renueven los mecanismos tanto políticos como del trabajo e inversión interna y externa, con lo cual creemos que por lógica se daría una sociedad más dinámica, más ocupada, más productiva y con una relativa mejoría en eso que llamamos Justicia Social; ¿por qué se daría esto y por qué no se ha dado? Mire usted amable lector, en primer lugar creo yo, que el poder real en un país tan despolitizado en el buen sentido de la palabra, tan ausente de la cultura cívica que nadie impulsa, porque hay sectores de la sociedad que les conviene que nuestra gran mayoría de mexicanos, sólo sepamos cuando mucho que hay que votar y que hay que celebrar ¿qué? Lo que sea, pero en México siempre hay que celebrar. Bueno, pero volviendo al tema, ¿por qué los sucesivos gobiernos no han podido realizar una profunda reforma estructural y actualizar a nuestro país al ritmo de desarrollo y crecimiento que le corresponde? Precisamente porque reitero, no asumimos el pueblo aún el poder. Y no lo hemos asumido porque casualmente a nuestra clase política así le conviene. Imaginemos que todos los mexicanos supiéramos y tuviéramos responsabilidad y conciencia de nuestros derechos y obligaciones, entonces no podríamos tener líderes charros, cámaras legislativas que no legislan en función del pueblo, sino en función de sus grupos o partidos, no tendríamos el desconocimiento, yo diría que total, de en qué y cómo se gasta cada peso que ingresa a las arcas del erario estatal sobre todo; en fin, habría un giro muy profundo de la administración pública, que desde luego muchos, yo diría, la gran mayoría de nuestros políticos no serían los que aún o ahora detectan los puestos públicos que ejercen; pero sobre todo no se darían las tan famosas componendas políticas, mire usted, cómo puede ser posible que asuntos tan descarnados, graves y evidentes como la fortuna de Arturo Montiel en el Estado de México, puedan ocurrir de esta manera, en donde por un pleito interno entre hermanos políticos (Madrazo y Arturo) se dan una ventaneadita y brota la purulencia de los grandes latrocinios que se evidencian y luego esto llega a las autoridades correspondientes, no porque haya investigado ésta, ¡imposible! Si no por el pleito citado fraternal y resultado final, el de siempre, no hay nada irregular, la y las fortunas se hicieron como de milagro, bueno, ni Hacienda mete la mano para ver si le toca algo por motivos fiscales, y ni autoridad estatal y ni federal quieren tocar esos temas o ese tema, y luego se archiva y el único castigo inevitables es el que el pueblo se guarda en su conciencia, es decir, de desconfianza, rechazo, rabia y luego… al olvido. Y qué decir de los cientos de casos que no llegan a nuestro conocimiento, a nuestros oídos u ojos; como uno que sí nos llegó, el caso de Carlos Ahumada y René Bejarano, exsecretario del Peje y excordinador de la bancada perredista de la capital. Vaya, qué caso tan conocido que no requiere recordatorio, pero sí vale la pena conocer el final; dicho baquetón ya anda de líder de nuevo, llevando gente crédula e inocente a sus jefes o candidatos perredistas, la pregunta que ha todos nos salta es, ¿qué acaso los políticos no podrán impulsar o dar oportunidad a otros ciudadanos para que lideren sus campañas o hagan su proselitismo? Pero la pregunta clave que resulta es, ¿por qué es posible todo esto? Respuesta: Por las componendas que se hacen entre políticos de esa clase, y porque el pueblo aún no asumimos el poder.LA REFORMA LABORALTodos los tiempos a nivel personal, familiar, grupal o comunitario (sociedad) los humanos hemos querido progresar, avanzar, obtener más, etc. Pero en los tiempos modernos hemos visto que a nivel individual o social tenemos que practicar, experimentar cambios con el fin de obtener ese plus o avance que todos deseamos o necesitamos. Para el caso que nos ocupa nuestro país, dentro y fuera del mismo, se ha reconocido que los mexicanos somos trabajadores y cumplidos, y que necesitamos y merecemos otro nivel de vida y progreso, porque vivimos en el país que todo lo tiene, es decir todo tipo de riqueza natural y la fuerza humana también; es ahí donde tenemos que reconocer que seguramente no sólo alguna cosa, si no varias, no andan bien en nuestro país o sociedad, y sí, efectivamente muchas cosas no deben andar bien como para que países asiáticos, africanos, latinoamericanos, ya no digamos los anglosajones, anden muchos de éstos mucho mejor y con niveles de crecimiento y progreso muy envidiables por nosotros los mexicanos. Bueno, pues precisamente una de tantas deficiencias que vivimos como nación, que no más grave pero deficiencia al fin, es la falta de una adecuación realista a nuestro sistema, cultura y legislación laboral, sí amigos, en México siempre estamos las mayorías organizándonos para trabajar menos; con un sindicalismo atávico, con una burocracia imperativa y poco conciente ¿y nuestros políticos? Bueno, en este momento no son el tema, pero vuelvo a citar, nos falta una elemental reforma laboral, que nos permita visualizar y llevar a los hechos nuestras obligaciones laborales, así como nuestras facultades y derechos, con una programación y organización que nos permita siempre ganar y ganar el trabajador, así como la empresa, donde el obrero-empleado no haga como que trabaja y la empresa y patrón no haga como que le paga al trabajador; sí amable lector, tenemos que modernizar nuestro sistema laboral sin miedo, sin manipulación y sobre todo sin que nos usen los líderes laborales y políticos que siempre ven al trabajador como organizado para el reclamo, la inconformidad o la exigencia de mejoras laborales y más prestaciones; lo cual es bueno y legítimo, pero esto sólo se convierte en un engaño, cuando no va aparejado de una estructuración y programación donde produzcamos más y mejor, de tal manera que de verdad sea factible ésas y otras mejoras para el trabajador, y en esas circunstancias pues claro, que también la empresa tiene mejoras y crecimiento. El tema da para más, pero lo que es importante es que tengamos en mente y la mejor disponibilidad a no rechazar una reforma laboral donde ganemos todos, donde nos esforcemos todos, donde tal vez haya que trabajar más, pero con más resultado, progreso y crecimiento para ambas partes, empleado y empleador.

Inteligencia en el gobierno

Perspectiva Política y Algo más…

•Inteligencia en el gobierno *IFE debe orientar

CREO que en todos los países además de sus diversos cuerpos policiacos y fuerzas armadas, cuentan con alguna institución de inteligencia, el nombre es lo de menos, en algunos países dichas corporaciones son muy famosas, como la CIA en los Estados Unidos, la KGB en Rusia y así sucesivamente; también en algunos países dichos cuerpos especializados actúan de una manera desconocida o inexistente para la ciudadanía, con el fin de no verse o si quiera darse por existentes y así facilitar más sus tareas. En nuestro país han existido muchos organismos policiales y siguen existiendo éstos, aunque a veces les cambien de nombre, pero lo cierto es que existen y son éstos muy abultados, es decir, se forman de grandes cantidades de miembros y desde luego con una nómina muy pesada para la ciudadanía, no por los integrantes y asalariados en sí, sino por el número de integrantes.Lo anterior es muy delicado, porque como todos sabemos hasta hoy el combate a la delincuencia organizada y no organizada en algunos lugares como nuestra capital, no ha podido ser exitosa ¿por qué? Por falta de preparación y eficiencia, por falta de inteligencia. Hasta hoy yo no sé si en el país opere algún organismo policiaco secreto o de inteligencia que no sea el famoso y no sabemos qué tan exitoso Cisen, pero lo cierto es que la delincuencia sigue fuerte y goza de cabal salud, los movimientos políticos, sociales y de protesta se siguen dando al por mayor de manera natural espontánea y con el éxito u objetivo que se fijan sus creadores o líderes, es decir, el Estado no da señal alguna de su función en estos eventos o sucesos; lo que se deja siempre notar es que la ciudadanía tiene que encomendarse a su buena suerte y a Dios, esperando salir bien librados sobre todo aquellos que por la casualidad les toca estar cerca de tales fenómenos sociales y las autoridades, pues hasta ayudan a todo aquel o aquellos que desahogan sus deseos u órdenes de sus líderes.Lo cierto es que aún en los quehaceres más delicados graves y trascendentes, los medios de información sólo nos están siempre informando de consecuencias de sucesos ya acaecidos, pero muy rara vez sabemos de alguna prevención o seguimiento con resultados que nos dé confianza y gusto por comprobar que nuestras instituciones policiacas cumplen con eficacia.Es muy común darnos cuenta, como tanto el Ejército como otras agencias policiales nos dan o generan la noticia de que destruyeron no sé cuántas plantas, hectáreas o laboratorios relativos o más bien de estupefacientes; que detuvieron tráilers con cargamento de droga, o que descubrieron sitios o bodegas con dichos materiales; pero siempre con muy rara excepción, sin detenidos. ¿Usted puede creer estimado lector que de veras no hay forma de prevenir o propiciar la captura de muchos de los interesados, relacionados o dueños de las mercancías? Y estas autoridades ¿de veras creerán que el pueblo o ciudadanía se pueda quedar satisfecha con tales respuestas o resultados? ¿Qué necesitamos? Qué nuestro Presidente siga la limpia de cabecillas menores y mayores de todos los cuerpos policiacos, recurriendo a profesionales o técnicos de la sociedad civil para que se vaya depurando, oxigenando y desde luego algún día de veras tengamos una inteligencia policial que proteja al pueblo y dé resultados. Con mano temblorosa o dudosa, jamás lo lograremos. Y muy bien por el Presidente que ha iniciado algunos cambios que aún son pocos, en los cuerpos profundamente viciados de las corporaciones policiacas.IFE DEBE ORIENTARTratándose de procesos o tiempos electorales, es muy común que nos atiborren con algunos spots o mensajes en la radio, la prensa, la televisión, con contenidos tan elementales como simples por parte del Instituto Federal Electoral (IFE) con términos tan ingeniosos, pero como graciosos o de chiste, sin profundidad o exhorto serio alguno a la responsabilidad que todos debemos tener con los procesos ciudadanos que terminen en la elección limpia, transparente y efectiva, que dé como resultado la selección de los mejores ciudadanos para los puestos de elección popular. Qué importante que nuestras autoridades electorales indujeran a la ciudadanía a valorar lo que significa votar, a valorar lo que propone cada partido, a valorar lo que significa cada candidato y su propuesta, así como a valorar la fuerza y el lugar que le corresponde a cada ciudadano frente a los candidatos, frente a los partidos, frente al gobierno y sobre todo que se nos enseñe a exigir, pero parece que está proscrito o prohibido para el pobre o el que ignora las normas que rigen los derechos y obligaciones al respecto.En alguna ocasión escuché decir a la ciudadana Josefina Vázquez Mota, ahora flamante secretaria de Educación “que no era válido hablar de democracia a un pueblo con hambre” que había que hacer un mínimo de justicia con dicho pueblo, quitándole aunque sea esa extrema pobreza que era el hambre. Y en cierto modo cuánta razón tenía esa funcionaria cuando dijo esas palabras. Ella era entonces secretaria de Sedesol. Pero entonces me pregunto ¿para quién o quiénes es la democracia? La democracia es y debe ser, con hambre y sin hambre para todos. Porque precisamente para eso es la democracia, para erradicar el hambre, la miseria, la insultante desigualdad entre los que a veces no hayan qué hacer con su riqueza y la gran mayoría que no hayan qué hacer con su persistente y pegajosa pobreza. Para eso es la democracia, para buscar y encontrar más justicia social que equilibre y actúe dentro de la ley en favor de los que menos tienen. Y de manera urgente, que erradique la miseria, el hambre, la enfermedad en los sectores más desfavorecidos; y para ello nuestras autoridades deben orientar a ese pueblo con tanta desigualdad, para que se responsabilice, para que actúe y conozca y seleccione funcionarios que le den respuesta, que actúen a favor siempre de ese sector con hambre, con miseria, con necesidad de servicios, de salud, etc. Pero siempre, dentro de los márgenes del derecho, mismos que también dichos funcionarios electos deben ampliar, adecuar, para poder atacar a los azotes de nuestro pueblo necesitado, la miseria, el hambre, la ignorancia y la enfermedad. Por ello necesitamos una verdadera orientación también para los que tienen hambre; por parte del IFE y demás autoridades electorales.