Representante Legal

martes, 17 de julio de 2007

La bala pasó cerca..

Perspectiva Política y Algo más…
•La bala pasó cerca •¡Increíble, pero cierto!

APENAS ha pasado un año en que los mexicanos tuvimos la oportunidad sexenal de cambiar al gobierno federal, específicamente al Poder Ejecutivo, Presidente, y como efecto de esto, los titulares de 240 dependencias federales a nivel nacional, más el número de éstas que tienen representantes en los Estados, por ejemplo el Imss, el Issste, Sedesol, etc. Pero bien, ¿qué es lo que pasó en estas elecciones cuando los pronósticos y las encuestas no daban como favorito al abanderado del PAN, en casi todo el tiempo de la campaña? Unos dicen que por culpa de Elba Esther y su Panal, es decir su partido, otros dicen que por la soberbia y lo majadero de López Obrador, otros dicen que por la injerencia del expresidente Vicente Fox, otros dicen que por el activismo y apoyo de algunos gobernadores priistas, otros dicen que por los spots y activismo de las cámaras patronales, y muchos decimos que por el PAN y Felipe, y sus cercanos dirán que por el propio candidato fue que ganó la citada contienda federal electoral, ¿y usted amable lector? Supongo que tiene su propio criterio o idea al respecto. Pero el caso es que, aquí, en este evento histórico se presentaron dos grandes fenómenos: a) Un sentimiento de la sociedad clase media y alta, y también baja, que dice: Estuvimos en peligro, la patria se salvó; y luego algunos voceros oficiosos dicen: La bala pasó cerca. Como diciendo: Estuvimos a punto de perecer como sociedad, como país. Bueno, eso es una gran mentira y exageración, pero lo cierto es que debemos tomar este resultado o fenómeno electoral, con mucha seriedad y profundidad. B) Una respuesta o levantamiento electoral inusual del pueblo que cree en el populismo. Porque mire usted, transitar de un régimen de libertades, de un régimen de libre economía o economía mixta a un régimen estatista, burocratizado o centralizado cercano al venezolano o cubano, no es cualquier cosa para un pueblo tan libertino y retozón como lo es el pueblo mexicano, en el buen sentido de la palabra. Pero veamos, la frase citada y ya célebre entre los intelectuales y académicos, la gran mayoría izquierdista o estatistas, o para que se entienda mejor, por López Obrador, todos éstos tienen mucha razón en ver la necesidad de un cambio radical, lo cual no comparto desde luego, porque los radicalismos siempre han sido peligrosos y catastróficos, pero ¿por qué digo que tienen razón? Pues nada menos, porque siempre un extremo, generará otro extremo, y el hecho de que la bala que no pasó cerca, sino que anda, subsiste suspendida, pero dará en el blanco, está latente y el caldo de cultivo está listo y sigue calientito, y éste fue provocado precisamente por quienes dicen no compartirlo, no quererlo, y hasta combatirlo; sí amigos lectores, la denominada izquierda siempre estará presente, fortalecida en todos los países pobres y aquellos que están en vías de desarrollo como el nuestro, y dicha izquierda la fomenta y la fortalece, la injusticia, la desigualdad, la falta de oportunidades y sobre todo la corrupción, la corrupción entendida como todo abuso, indolencia o acto prepotente o fuera de toda ética que realizan a diario muchos servidores públicos y líderes, sobre todo del ámbito federal. Un reciente ejemplo: La reelección por enésima vez de la lideresa Elba Esther Gordillo, y ahora per secula seculorom. ¿Quién en su sano juicio puede entender eso, de que ahora ya es electa hasta vitaliciamente? ¿No se parece eso un poco o un mucho a lo que pasa en Cuba o Venezuela? Cómo conjugar tales acciones de una democracia moderna, de pleno siglo XXI, con un deseo social de superación e integración al primer mundo. Bueno, ya quedó claro, si razonamos un poco más, luego no nos extrañemos de la aparición de ejércitos por aquí, ejércitos por allá, o ciudadanos desesperados que ven que el sector de cuello blanco, no dejan de actuar sólo a sus conveniencias, mientras que los de abajo, siguen estando más abajo y no sabemos quién o quiénes puedan parar ese proceso que motive de manera positiva a quienes no ven oportunidades ni futuro. Y no olvidemos que para que exista un extremo, siempre existirá el otro extremo, y mientras la elite gobernante y de alta sociedad sigan luchando por ubicarse en el extremo de más arriba, proveerán que se fortalezca y subsista el extremo de más abajo, donde desde luego se encuentra la mayoría de ciudadanos, que son los pobres.¡INCREIBLE, PERO CIERTO!Hace apenas unos días los diputados locales le dieron entrada al análisis de la propuesta de despenalización de la difamación y la calumnia, y coordinando los trabajos, consultas y análisis por el diputado Roberto Chapula de la Mora, se ha venido suscitando unas propuestas y resultados, yo diría que insólitos. Mire usted qué extraño, según han informado los medios locales de difusión; los periodistas, los académicos, los universitarios, investigadores y abogados, se han pronunciado en contra de la despenalización del delito de difamación y calumnia. Vea usted si no resulta grave; cuando el Congreso Federal decidió despenalizar estas figuras delictivas, los más felices y contentos, según sus pronunciamientos, fueron casualmente todos los comunicadores y éstos otros sectores que aquí en Colima, se pronuncian en contra. Ahora sí, que como dicen en el rancho ¡¿quién sabe qué avispa les picó?! ¿No sería alguna avispa de Gobierno silveriana o una avispa fuera del panal del Congreso que anda suspendida precisamente por la presunta comisión del delito de difamación? Sea lo que sea, en Colima nos estamos viendo demasiado conservadores con rechazar estas modificaciones a la ley que nos permitirán modernizar y desarrollar más plenamente la relación servidor público y ciudadano en general, con el comunicador o analista que se atreva a ser un tanto severo o temerario en sus juicios o puntos de vista respecto de actos o personas que realizan actos públicos. Cabe aclarar que con los últimos criterios que viene aplicando la corte, de cualquier forma el dictamen que en su momento emita la comisión legislativa respectiva, ésta podrá ser combatida, si va más allá o en contra de lo establecido por la ley suprema, es decir, nuestra constitución general de la república. Yo creo en lo particular que prevalecerá el sentido común y que sí habrá modificaciones al código penal, desapareciendo las figuras como delito, la difamación y calumnia, aunque el beneficiado resulte la avispa que anda suspendida fuera del panal del Congreso. ¡Veremos!