Representante Legal

sábado, 30 de junio de 2007

Inteligencia en el gobierno

Perspectiva Política y Algo más…

•Inteligencia en el gobierno *IFE debe orientar

CREO que en todos los países además de sus diversos cuerpos policiacos y fuerzas armadas, cuentan con alguna institución de inteligencia, el nombre es lo de menos, en algunos países dichas corporaciones son muy famosas, como la CIA en los Estados Unidos, la KGB en Rusia y así sucesivamente; también en algunos países dichos cuerpos especializados actúan de una manera desconocida o inexistente para la ciudadanía, con el fin de no verse o si quiera darse por existentes y así facilitar más sus tareas. En nuestro país han existido muchos organismos policiales y siguen existiendo éstos, aunque a veces les cambien de nombre, pero lo cierto es que existen y son éstos muy abultados, es decir, se forman de grandes cantidades de miembros y desde luego con una nómina muy pesada para la ciudadanía, no por los integrantes y asalariados en sí, sino por el número de integrantes.Lo anterior es muy delicado, porque como todos sabemos hasta hoy el combate a la delincuencia organizada y no organizada en algunos lugares como nuestra capital, no ha podido ser exitosa ¿por qué? Por falta de preparación y eficiencia, por falta de inteligencia. Hasta hoy yo no sé si en el país opere algún organismo policiaco secreto o de inteligencia que no sea el famoso y no sabemos qué tan exitoso Cisen, pero lo cierto es que la delincuencia sigue fuerte y goza de cabal salud, los movimientos políticos, sociales y de protesta se siguen dando al por mayor de manera natural espontánea y con el éxito u objetivo que se fijan sus creadores o líderes, es decir, el Estado no da señal alguna de su función en estos eventos o sucesos; lo que se deja siempre notar es que la ciudadanía tiene que encomendarse a su buena suerte y a Dios, esperando salir bien librados sobre todo aquellos que por la casualidad les toca estar cerca de tales fenómenos sociales y las autoridades, pues hasta ayudan a todo aquel o aquellos que desahogan sus deseos u órdenes de sus líderes.Lo cierto es que aún en los quehaceres más delicados graves y trascendentes, los medios de información sólo nos están siempre informando de consecuencias de sucesos ya acaecidos, pero muy rara vez sabemos de alguna prevención o seguimiento con resultados que nos dé confianza y gusto por comprobar que nuestras instituciones policiacas cumplen con eficacia.Es muy común darnos cuenta, como tanto el Ejército como otras agencias policiales nos dan o generan la noticia de que destruyeron no sé cuántas plantas, hectáreas o laboratorios relativos o más bien de estupefacientes; que detuvieron tráilers con cargamento de droga, o que descubrieron sitios o bodegas con dichos materiales; pero siempre con muy rara excepción, sin detenidos. ¿Usted puede creer estimado lector que de veras no hay forma de prevenir o propiciar la captura de muchos de los interesados, relacionados o dueños de las mercancías? Y estas autoridades ¿de veras creerán que el pueblo o ciudadanía se pueda quedar satisfecha con tales respuestas o resultados? ¿Qué necesitamos? Qué nuestro Presidente siga la limpia de cabecillas menores y mayores de todos los cuerpos policiacos, recurriendo a profesionales o técnicos de la sociedad civil para que se vaya depurando, oxigenando y desde luego algún día de veras tengamos una inteligencia policial que proteja al pueblo y dé resultados. Con mano temblorosa o dudosa, jamás lo lograremos. Y muy bien por el Presidente que ha iniciado algunos cambios que aún son pocos, en los cuerpos profundamente viciados de las corporaciones policiacas.IFE DEBE ORIENTARTratándose de procesos o tiempos electorales, es muy común que nos atiborren con algunos spots o mensajes en la radio, la prensa, la televisión, con contenidos tan elementales como simples por parte del Instituto Federal Electoral (IFE) con términos tan ingeniosos, pero como graciosos o de chiste, sin profundidad o exhorto serio alguno a la responsabilidad que todos debemos tener con los procesos ciudadanos que terminen en la elección limpia, transparente y efectiva, que dé como resultado la selección de los mejores ciudadanos para los puestos de elección popular. Qué importante que nuestras autoridades electorales indujeran a la ciudadanía a valorar lo que significa votar, a valorar lo que propone cada partido, a valorar lo que significa cada candidato y su propuesta, así como a valorar la fuerza y el lugar que le corresponde a cada ciudadano frente a los candidatos, frente a los partidos, frente al gobierno y sobre todo que se nos enseñe a exigir, pero parece que está proscrito o prohibido para el pobre o el que ignora las normas que rigen los derechos y obligaciones al respecto.En alguna ocasión escuché decir a la ciudadana Josefina Vázquez Mota, ahora flamante secretaria de Educación “que no era válido hablar de democracia a un pueblo con hambre” que había que hacer un mínimo de justicia con dicho pueblo, quitándole aunque sea esa extrema pobreza que era el hambre. Y en cierto modo cuánta razón tenía esa funcionaria cuando dijo esas palabras. Ella era entonces secretaria de Sedesol. Pero entonces me pregunto ¿para quién o quiénes es la democracia? La democracia es y debe ser, con hambre y sin hambre para todos. Porque precisamente para eso es la democracia, para erradicar el hambre, la miseria, la insultante desigualdad entre los que a veces no hayan qué hacer con su riqueza y la gran mayoría que no hayan qué hacer con su persistente y pegajosa pobreza. Para eso es la democracia, para buscar y encontrar más justicia social que equilibre y actúe dentro de la ley en favor de los que menos tienen. Y de manera urgente, que erradique la miseria, el hambre, la enfermedad en los sectores más desfavorecidos; y para ello nuestras autoridades deben orientar a ese pueblo con tanta desigualdad, para que se responsabilice, para que actúe y conozca y seleccione funcionarios que le den respuesta, que actúen a favor siempre de ese sector con hambre, con miseria, con necesidad de servicios, de salud, etc. Pero siempre, dentro de los márgenes del derecho, mismos que también dichos funcionarios electos deben ampliar, adecuar, para poder atacar a los azotes de nuestro pueblo necesitado, la miseria, el hambre, la ignorancia y la enfermedad. Por ello necesitamos una verdadera orientación también para los que tienen hambre; por parte del IFE y demás autoridades electorales.

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