Representante Legal

viernes, 26 de octubre de 2007

Muchos y complejos...



Perspectiva Política y algo más…

*Muchos y complejos motivos de la pobreza en México con responsables *Cuántos Méxicos componemos al país

Hablar de la pobreza del trabajador mexicano, me impone un gran respeto y reverencia, pues para mí es un área que la siento igual que cuando la viví de manera profunda y extrema, de tal forma que antes que nada vaya de mi parte el más sincero respeto y consideración a todos mis conciudadanos pobres, empleados o desempleados. No es mi deseo ni lo será jamás lastimar en ningún aspecto ni grado a mis prójimos y menos a la clase trabajadora, cualquiera que sea el nivel que cada uno tenga, pero a veces es necesario hablar de cosas que pueden lastimar a más de algún ciudadano, sector o gremio, sin embargo cuando la referencia se hace de manera objetiva y con la mejor de las intenciones, no debemos darnos por agredidos, pero por si así pudiese interpretarse por más de alguien, vaya pues mi más sentidas disculpas y el más profundo de los respetos para ellos.

La pobreza es un mal y una injusticia en términos sociales, con sus excepciones, pero la miseria o pobreza extrema es un crimen que urge abatir, no se debe concebir ni permitir ningún gasto o inversión, mientras que un mexicano carezca de una necesaria medicina y alimento, no amigo lector, no se justifica ni tiene lógica alguna, que mientras muchos mueren por falta de un medicamento y/o alimento, otros vivan en el ocio y en el despilfarro pero con recursos del Estado (entiéndase dinero del pueblo). Casi todos los mexicanos sabemos de los presupuestos gubernamentales que se conforman de cientos de miles de millones para cada sector o rubro: El de Agricultura; de acuerdo a informaciones emitidas por el Gobierno Federal, tan sólo al “desarrollo” de la agricultura este año se están gastando, el Gobierno dice invirtiendo, 240 mil millones de pesos; nunca he comprendido con certeza a dónde va tanto dinero, porque yo el suscrito, desde joven he sido ejidatario y pequeño propietario, o sea, agricultor y ganadero, más de 30 años en eso, y nunca he recibido un peso de ayuda por el Gobierno, al contrario, cuando el campesino necesita ayuda lo traen vueltas y vueltas, y cuando se la otorgan, si es que se la dan, ya no es oportuna y el campesino termina mal gastándola. Pero vamos al meollo del asunto; la Licda. Josefina Vázquez Mota, hoy Secretaria de Educación, cuando era Secretaria de SEDESOL, manifestó que menos del 20% del presupuesto multimillonario de su secretaría, llegaba a manos de los beneficiarios o beneficiados de la tal Secretaría de Desarrollo Social, asentando así mismo que más del 80% se utilizaba en gasto corriente (entiéndase burocracia alta, media y baja) y si ésta secretaría cuyos objetivos es otorgar ayuda directa social a los más pobres y sólo hace llegar menos de un veinte por cada peso que gasta y que es extraído del propio mexicano, imaginémonos a todas las demás dependencias de las cuales muchas no están tan cercas de la sociedad en general, como Hacienda, Contraloría, Energía, Comunicaciones y Transporte, etc. Pero esto no es lo peor; entérese amigo lector que todas las Dependencias Federales, Estatales, Municipales, Universidades, algunas dependencias descentralizadas o con más privilegios aún, como Cfe, Imss, Pemex, etc. Todo su personal tiene contratos de trabajo con condiciones muy diferentes a cualquier otro ciudadano, condiciones que les permiten jubilarse o pensionarse a los 53 años, o con 28 años de trabajo, o por ejemplo tener hasta cinco días de pago extra, tan sólo por ser puntuales en la quincena y no faltar a trabajar, etc. Toda esta burocracia en su conjunto, cada día son más los jubilados y pensionados que están cobrando sin trabajar y que el pueblo tiene que pagarles hasta que Dios los llame a cuentas, pero si vive su pareja entonces ésta hereda la pensión o jubilación, también hasta que Dios le llame a cuentas, y todo esto lo tiene que pagar el pueblo, más los ochenta y tantos centavos que por cada peso gasta para su operatividad la burocracia ¿cuánto queda para equilibrar y ayudar a las clases más desprotegidas? Es decir para inversión social, pero sobre todo a favor de los más pobres; ¿pero quién hizo este reparto tan desigual y que resulta tan inequitativo en contra de los más pobres? Sí amigo lector, adivinó usted, fueron los priistas que con la ambición de nunca verse desplazados del poder, tenían que mantener a una caterva de líderes venales, que se encargaron de controlar a las masas burocráticas, siempre listos para apoyar, gritar loas y porras a favor de quien el dedo poderoso señalara. Muchos debemos recordar aquel pasaje político en el que el Presidente en turno, planteó reorganizar a los campesinos para que produjeran más y el Secretario de Agricultura, de nombre Oscar Brawer Herrera, exclamó: ¡pero cómo Sr. Presidente, si a los campesinos los tenemos organizados sólo para votar, creo que fue en el gobierno de Echeverría. Ciudadano trabajador mexicano del sector público (burócrata) yo quisiera que no sólo se les pagara y se les cumpliera todas sus conquistas, si no que todo esto fuera mucho más, al doble, al triple; pero ¿qué hacer con nuestros millones de obreros mal pagados e injustamente tratados?, por ello, cuiden y valoren mucho su empleo, sean eficientes, amables y expeditos con todo ciudadano, vean en cada usuario o peticionario a su verdadero patrón, porque éste que a ustedes acude, es el que de verdad les paga y le cuesta mucho mantenerlos a ustedes.

CUÁNTOS MEXICOS

Para no desentonar con lo anterior, ¿cómo nos clasificaríamos los mexicanos de los 106 millones que somos; según nuestro status social y económico? Porque se dice que además allá con los parientes del Norte, viven 24 millones de mexicanos; bueno, por lo pronto se calcula que aproximadamente tenemos unos 6 millones de empleados públicos (burócratas) y que como establecí, éstos consumen más del 80% del producto nacional, es decir, del dinero del pueblo, entiéndase impuestos; luego tenemos uno, el más rico del mundo, Carlos Slim Helu, tenemos otros muy ricos que se calcula es no más de 500 personas, luego tenemos a los ricos normales que se calculan pueden ser cuatro millones, luego viene la clase media alta, conformada de 14 millones, luego está la clase media baja que se calcula según estimaciones en 24 millones, y luego están los pobres pero con empleo y regular ingreso, que se calcula que son 28 millones de personas en ese nivel, ¡ah! Pero vienen los que más necesitan y sufren mucho por falta de salud, falta de alimentos y servicios elementales, éstos son los más pobres, los que están en extrema pobreza o lo que es lo mismo, en la miseria y estos se calcula que son 30 millones; y todos éstos mexicanos conformamos la gran familia mexicana de un poco más de 106 millones de habitantes, sólo que muchos como podemos ver, en una impropia desigualdad, que para eso están nuestros gobiernos, para abatir esas profundas diferencias y realidades que lastiman y exhiben mundialmente a este gran país, como uno de los más inexplicablemente inequitativos e injustos; por ello estimado lector, apreciable ciudadano, distinguido servidor público, hay que hacer algo más a lo ordinario para transformar a este México de la injusticia en el México de la equidad, de la solidaridad y en el México de empleos para todos ¿no lo cree usted?





Se requieren políticas sociales...

Perspectiva Política y algo más…

Se requieren políticas sociales que beneficien a las mayorías *¿quién defiende al pueblo, un Congreso o un Ciudadano?

Los sufrimientos más sentidos y profundos de la mayoría de los mexicanos, es la pobreza extrema y las profundas desigualdades que esto genera; los 60 millones de mexicanos conformados por los pobres (30 millones) y los mexicanos en pobreza extrema (30 millones), viven en nuestro país expectantes a con renovadas esperanzas de cambio, por lo menos en cada tres años que cuando se cambia la Cámara de Diputados, institución a la cual le corresponde determinar y corregir el uso de todo el tesoro de la nación, es decir de la riqueza del país; sin embargo para mala suerte de los mexicanos, hemos venido sufriendo ahora una tecnocracia partidaria que poco a poco se arraiga con usos, costumbres y objetivos grupales y en el mejor de los casos, con objetivos sólo partidarios, concibiendo a su partido sólo como instrumento para arribar al poder, y ya en el poder, ya siguen como prioridad de sólo conservar el poder para seguir ejerciéndolo de manera indefinida, y en estos menesteres y proyectos no tienen cabida, mucho menos es prioridad el pueblo que se debate en la práctica de un liberalismo económico técnico, burocrático, rudo y salvaje, donde las clases sociales tendrán que seguir así como están, cada sector de la sociedad en su mismo lugar sin una probabilidad de cambio estructural o profundo que equilibre un poco más el reparto del ingreso o de la riqueza nacional; todos reconocemos que necesitamos cambios, sobre todo los políticos y los partidos, y por supuesto el Gobierno, pero como reza el dicho popular: “Hágase la voluntad de Dios, pero en los bueyes de mi compadre”. Si no mire usted apreciable lector, todas las instituciones de Gobierno necesitan más dinero, sobre todo los Gobernadores, dizque para darle más ayuda al pueblo en general, pero de dónde sacar más dinero, ¡pues del pueblo al que le queremos dar más ayuda!, y cómo sacarle más dinero, pues encareciéndole uno de los productos que a todos afecta: Los comestibles, materias primas que ocupamos para la producción y el transporte cuyos costos automáticamente se ajustan en perjuicio de absolutamente todos, no sólo al que tiene vehículos o centro de producción, y lo peor, el aumento ya no equivale al aumento del combustible, si no que los aumentos son mayores y desproporcionados. Pero volviendo al tema, los Funcionarios Estatales (Gobernadores) le piden más dinero a la Federación “para el pueblo” y ésta (el Presidente) les dice: ¿de dónde? Y todos contestan: “Del pueblo Señor”; pero hay un problema ¿quién lo propone? Y todos se señalan: Tú, ¡no! tú, ¡no! ustedes, ¡no! las Cámaras; ¿y saben por qué? Porque nadie dizque quiere quemarse con el pueblo, ¿y por qué? ¡ah! Pues porque ellos están trabajando fundamentalmente para ganar el poder poco a poco más y más, y otros para sostenerse en el poder más y más. Y como podemos ver, ¿dónde queda el servicio que protestan o juran en campaña dar o luchar por el pueblo?. Este tipo de impuestos que golpean de manera generalizada sin retribución a favor de los más necesitados, simplemente es un engaño perverso que lacera aún más a los más pobres. Y mire usted distinguido lector; esto equivale al siguiente pasaje, ejemplo: Un padre de familia junta a todos sus hijos o un dueño de una empresa junta a todos sus trabajadores y les dice: Necesito más ingresos para mejorarlos a ustedes, para realizar acciones a favor de ustedes, así que todos tiene que ponerle parejo porque yo voy a administrar con mi gente (burócratas) y les vamos a dar más beneficios, así que les impongo un pago y luego les devuelvo beneficios con ese pago. ¿Usted puede creer amigo lector que alguien en su sano juicio le va a entrar voluntariamente? ¡ah! Pero acá con el Gobierno es a fuerzas. ¿Cómo ve usted amigo lector? Ha de cuenta que el pueblo pone un peso de su bolsa, y el Gobierno lo va a administrar (80 centavos) y le va a devolver (20 centavos) en beneficios. ¡ah! Porque la administración (burocracia) ¡cuesta!, así ¿Qué cómo ve?; ¿amigo, realmente vamos a avanzar con estas medidas? ¿Son atinadas? ¿o necesitamos de otras medidas más equitativas, aunque tengas costo político? Esto vendrá, pero cuando tengamos políticos que su prioridad sea ésa que dicen en el discurso y que por ahora no cumplen, cuando de veras no le tengan miedo al costo político, ni a los intereses creados, etc.

¿QUIÉN PODRÍA DE VERDAD Y SIN FALLAR ESTAR DEFENDIENDO AL PUEBLO?

A menudo a través de los medios de información, los ciudadanos nos enteramos de posiciones y discursos encendidos y encontrados con el Gobierno vigente, del Partido que éste sea, y esto pasa sobre todo en los Congresos Locales y Federal, sobre todo en tiempos en que se acerca la revisión, discusión y en su caso la aprobación de las cuentas públicas que ejercieron los ejecutivos, municipales, estatales y el federal. Se habla de grandes desvíos, desfalcos, despilfarros, desviaciones y se anuncian y se cantan medidas fuertes y ejemplares y hasta las Contadurías Mayores de Hacienda también le entran al juego (teatro) y ahí están los medios de comunicación, expectantes, esperando el descubrimiento o escándalo, todo mundo anda a prisa en las Dependencias de Finanzas, Tesorerías, etc. Y se llega el día y la hora de las discusiones en el pleno y efectivamente se lanzan fuego cruzado unos representantes de un color, en contra de los de otro color y se encienden las pasiones y hasta agresiones verbales, y se anuncian cambios de actitud, amenazas, etc. ¿y qué creen? ¡Para que todo sea igual!. Sí amigo lector, la fracción dominante, la que apoya al gobernante en funciones, ya tenía preparado todo y se las averigua para que todo sea igual; es más, sale de perdonavidas y haciendo favores a los inconformes, ¿Cómo? Efectivamente, hacen magia, pero con la ayuda incondicional de la Contaduría Mayor de Hacienda, bueno, todo esto tiene una explicación pero jamás tendrá una justificación. Por ello ¿será necesaria la existencia de un Congreso Ciudadano? Yo creo que sí. Este es un buen tema que vale la pena explorar, lo cual haremos en próximas colaboraciones.

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Gabriel Salgado Aguilar.

Los que más necsita el pueblo...



Perspectiva política y algo más…

*Lo que más necesita el pueblo, es la salud *Lo ideal, que exista empleo y Seguro de Desempleo

Si le preguntáramos a cualquier ciudadano, que después de su propia existencia, cuál es su más sentida necesidad o qué es lo más preciado para su persona, y sin lugar a dudas nos contestará que es la salud. Sí amigo lector, efectivamente después de la vida, más allá de la cultura, de la educación, el comercio, la política, etc. cualquier cosa o acción que se nos ocurra, primero y antes que eso, está la salud. De qué le serviría a un individuo tener una bodega llena de dinero si no cuenta con su salud que le permita vivir. Nada es preferible ni más importante que la salud; sin embargo estimado lector, vemos con tristeza que los servicios de salud son tan heterogéneos como ineficientes, con sus honrosas excepciones, tanto en el sector público sobre todo, como en el sector privado. La prestación de los servicios de salud desgraciadamente hasta hoy no le ha caído el veinte a ningún gobernante estatal ni federal, en sentido de que es el rubro más importante y más indispensable, y posiblemente el más descuidado por los gobiernos, que son quienes disponen cómo gastar los dineros del pueblo. Mire usted amigo lector, no es lógico ni conveniente para los mexicanos tanta división y dispersión en las instituciones públicas prestadoras o administradoras de los servicios de salud, porque como seres humanos todos los mexicanos nos podemos enfermar, sufrir o morir, seamos pobres o ricos, letrados o ignorantes; sin embargo tan sólo el Gobierno Federal mantiene muchos monstruos devoradores de los presupuestos (dineros del pueblo) muy politizados como ineficaces entre los que destacan: a) Instituto del Seguro Social (Imss); b) Issste; c)Ssa; d)Seguro Popular; e)Clínicas para las fuerzas armadas, etc. Y en todas éstas instituciones prestan de manera desigual la calidad de los servicios médicos; luego existe el gran sector privado que es mejor, pero ¿a qué costo?, cabe mencionar que la prestación de los servicios de salud, son los únicos que no tienen garantía, ni de resultados ni de calidad, pero llama más la atención que el Gobierno no tome medidas prácticas y efectivas para supervisar, garantizar o apoyar en el logro de excelentes servicios de salud. Existe una instancia relativa a este rubro, tan desconocida como ineficiente, denominada la Conamed (Comisión Nacional de Arbitraje Médico) una instancia en desuso, inoperante, si tomamos en cuenta el reducidísimo porcentaje de usuarios que la conocen o acuden a ella, tomando en cuenta la cantidad de usuarios de los servicios de salud. El sector salud es un coto de poder, que lo comparten los sindicatos y los funcionarios que son renovados periódicamente y que casi siempre nadan de muertito; a este gran coto de poder ningún gobierno se ha decidido ponerlo en la mira de revisión y menos de transparencia. Lo menos que debería el Gobierno tener, respecto a este gran sector, es una procuraduría de la salud que vigile y garantice oficiosamente, una prestación de calidad en todo servicio de salud, ¿por qué los gobiernos descuidan tanto a este sector? No lo sabemos, pero lo que sí es cierto, es que tanto el Gobierno Estatal como el Federal, no les interesa, no les dan presupuestos adecuados a dichas instituciones, tal parece que tampoco les interesa la calidad de los servicios de salud. Hay muchas normas en materia de salud que rigen con rigor este rubro o giro, pero la realidad es otra y no se cumplen dichas normas, y a nadie le interesa que se apliquen. Llama la atención una norma practica y sencilla emitida por la Secretaría de la salud, denominada: “Carta de los derechos de los pacientes”, la norma se identifica como F-DAAH-005 me voy a permitir transcribir sólo seis puntos de esta norma por considerarlos elementales y útiles, estos son:

1.) Recibir atención médica adecuada.- El paciente tiene derecho a que la atención médica se le otorgue por personal preparado de acuerdo a necesidades de su estado de salud y a circunstancias en que se brinde la atención; así como a ser informado cuando requiera referencia a otro médico.
2.) Recibir trato digno y respetuoso.- El paciente tiene derecho a que el médico, la enfermera y el personal que le brinden atención médica, se identifique y le otorgue un trato digno, con respeto a sus convicciones personales y morales.
3.) Recibir información suficiente, clara, oportuna y veraz.- El paciente, o en su caso el responsable, tiene derecho a que el médico tratante les brinde información completa sobre el diagnóstico, pronóstico y tratamiento; se exprese siempre en forma clara y comprensible.
4.) Contar con facilidades para obtener una segunda opinión.- El paciente tiene derecho a recibir por escrito la información necesaria para obtener una segunda opinión sobre el diagnóstico, pronóstico o tratamiento relacionados con su estado de salud.
5.) Recibir atención médica en caso de urgencia.- Cuando está en peligro la vida, un órgano o una función, el paciente tiene derecho a recibir atención de urgencia por un médico en cualquier establecimiento de salud, sea público o privado, con el propósito de estabilizar sus condiciones.
6.) Ser atendido cuando se inconforma por la atención médica recibida.- El paciente tiene derecho a ser escuchado y recibir respuesta por la estancia correspondiente cuando se inconforme por la atención médica recibida de servidores públicos o privados. Así mismo tiene derecho a disponer de vías alternas para tratar de resolver un conflicto con el personal de salud.

EMPLEO Y SEGURO DE DESEMPLEO

En cualquier parte del mundo el empleo o trabajo remunerado es indicativo del desarrollo social, que tiene tal o cuál Estado o país, no confundir con el subempleo, que consiste en la realización de cualquier actividad eventual o inestable para sobrevivir, tal y como sucede en nuestro país, donde se dice que sólo existe un cuatro por ciento, puntos más puntos menos de desempleo, no amigos, la realidad es mucho más lacerante en términos reales lo que vive nuestra sociedad mexicana Tan sólo calculemos el número de conacionales, que se van en busca de trabajo al país vecino del Norte y esto nos permitirá valorar la gravedad de dicho fenómeno. El Gobierno del Distrito Federal ha puesto una vez más a la sociedad, Gobiernos Estatales y Federal, ante la sorpresa y disyuntiva de valorar para bien o no, su anunciado programa de instituir el Seguro de desempleo, para todos quienes vengan siendo desempleados en dicha entidad federativa, el D.F. Nos guste o no dicha medida o programa polémico, tenemos que aceptar que es revolucionario e ingenioso, así como justo, más allá de su pertinencia o procedencia, nos guste o no dicho programa, ya nos ganó la delantera y nos puso a pensar a todos los mexicanos, principalmente a los profesionales de la política y dueños de las franquicias partidarias, que sólo están viendo cómo aumentar su poder e influencia ante la sociedad que ya no haya para dónde hacerse. Nada es estático, todo es evolutivo o cambiante, así que éste señor de nombre contrastante, Marcelo Casaubón, se nota que se está preparando para sustituir a su cansado y desesperado amigo y jefe, Andrés Manuel López Obrador, por hoy, todavía fiel de la balanza en la franquicia del sol azteca. Instituir el Seguro del Desempleo, es toda una audacia en un país pobre y sin tradición alguna al respecto, sin embargo como la política en México ya se ha transformado en una competencia de ingeniosos y listillos que logren llamar la atención y provocar esperanzas, entonces pues no dudemos que ésa tercera vía que representa el PRD, con tanta persona creativa, audaz, temeraria y aventada que tiene, pues siga sepultando al PRI y correteando a los blanquiazules que no deben dormirse en sus laureles, ni caer en aquello que reza; Crea fama y échate a dormir, porque las inercias creadas son volátiles y cambiantes, si no, al tiempo, ya veremos cómo ese sector de desesperanzados, qué rumbo toman y a qué color se acogen; el PAN no debe pensar que sólo hay que cosechar !hay que seguir sembrando y cultivando! no olvidemos esa cultura que muchos ni siquiera la han conocido, pero deben conocerla y ejercerla, ¿no cree usted ciudadano?

Gabriel Salgado Aguilar
Perspectivapoliticasalgado.blogspot.com

El factor confianza..

Perspectiva Política y algo más…

*El factor confianza nos afecta *Leyes y leyes ¡cúmplase pero no se acate!

Cuando un individuo cualquiera que éste sea cree en algo, confía en algo o alguien, siempre se siente motivado, decidido y hasta entregado a eso que cree, sin embargo en caso contrario, es decir, si no se cree o no tiene confianza en tal o cual cosa o persona, entonces esta persona siempre actuará respecto de aquello que por alguna razón deba de manifestarse o realizar algo, con reserva, con menoscabo, con ineficacia y/o falta de entrega a tal fin u objetivo; esto nos sucede a la mayor parte de seres humanos en todo o cualquier ámbito del quehacer del ciudadano y en cualquier parte del mundo, pero ¿por qué creemos en alguien o en algo? Existen muchas áreas o campos de acción a las que podemos referirnos, sin embargo en este caso es preciso determinar y profundizar sólo en una, y ésta es el área del desarrollo social o político, sí amigo lector, el factor confianza o lo contrario que es la desconfianza, nos tiene en la mediocridad, en el subdesarrollo y desde luego en un alto grado de pobreza e ignorancia. Ahora bien, hay campos en los que nos es obligado creer, como creer en nuestros padres, creer en nuestros hijos, creer en nuestros maestros, etc. Pero creer en nuestros políticos “servidores públicos”, no nos es obligatorio creer y no existen normas jurídicas, morales o políticas que nos obliguen a creer en ellos; sin embargo ¿qué tan importante y fundamental es creer en nuestros políticos o gobiernos? Mire usted apreciable lector, los países más avanzados, con mejor nivel intelectual, con mejores niveles de bienestar y con más altos ingresos por persona, son aquellos que creen en sus políticos o gobiernos; ¡ah! Pero creer en ellos a nadie le fue gratuito ni fácil; primero hay que reconocer que dichos gobiernos o servidores públicos se ganaron la confianza de sus conciudadanos ¿cómo? Pues siendo honestos, eficientes, transparentes y trabajadores en bien del pueblo al que sirven; segundo, pues la propia ciudadanía al creer en dichos gobiernos (servidores públicos) nunca les firmaron un cheque en blanco, ni su confianza es incondicional, al contrario, el ciudadano en ese nivel o entorno siempre hace la advertencia, que no amenaza al decir, te voy a apoyar a ti candidato, voy a creer en ti servidor público, pero si no me cumples, yo si te cumplo, te exijo responsabilidad civil o penal y no vuelvo a dar mi voto por las siglas o partido que te propone. Así de fácil.
Es decir, la solución está en cada uno de nosotros, está en nuestra propia autoestima, en creer primero en nosotros mismos y entender cuánto valemos como ciudadanos, pero para ello debemos tener valor civil, responsabilidad y desde luego decisión para actuar.
Mire usted amigo lector (a), todos sabemos que en nuestro país hay miles de multimillonarios, pero también sabemos que hay muchos millones de pobres y ciudadanos en la miseria, ¿y qué hace la clase social pudiente? Prefiere hacer algunas caridades a través de fundaciones o patronatos, o de plano esconder su dinero llevándolo fuera de México, ¿y por qué sucede esto? Porque los señores adinerados no tienen confianza en nuestros gobiernos o en el entorno en que se desenvuelven y muchos prefieren esconder su riqueza, que invertir y crear empleos. Bueno, hasta para hacer caridad el mexicano tiene desconfianza, porque no cree en las personas, no cree en las organizaciones civiles, y desde luego, en el gobierno menos; mire usted, en México tenemos al más rico del mundo, y no sería nada extraño que también tengamos al más pobre del mundo. La filantropía no se nos da mucho en nuestro país, eso es un hecho reconocido internacionalmente para pena de nosotros mismos; se publicita en los medios que en México los más multimillonarios apenas alcanzan a disponer para ayuda el 3% de sus enormes ganancias, mientras que en Europa la correlativa clase pudiente dispone de un 5% para ese fin, mientras que en los Estados Unidos, ése mismo sector dispone de un 8 % para tal objetivo, y por último en el Medio Oriente, es decir los árabes, disponen de un 12% de sus ganancias para la filantropía, todos éstos a través de diversos mecanismos de apoyo y entrega que les permite seguramente disfrutar de una conciencia más tranquila y del gusto que produce poder hacer el bien. Los mexicanos y latinoamericanos tenemos que practicar la filantropía, tenemos que crear o fortalecer el factor confianza, entrega y generosidad, no sólo como disciplina, si no como una contraprestación hacia quién le entregamos nuestra confianza y apoyo, para que esa parte a su vez, haga el bien a la sociedad y sobre todo mejoremos en el cumplimiento de cada responsabilidad que a cada uno de nosotros nos ha tocado recibir ¿no cree usted?

¡CÙMPLASE PERO NO SE ACATE!

Con relativa frecuencia me ha tocado escuchar que en México tenemos muchas leyes y muchas reformas; y viéndolo bien, yo he caído a la cuenta de que efectivamente así es, vemos con frecuencia que nuestras leyes cada día son más casuísticas, es decir, casi por cada tipo o especie de casos, se hace una ley o constantemente nuestros legisladores le están buscando algún motivo para justificar una propuesta de reforma, adición o supresión; la verdad es que nuestros Congresos, tanto Estatales y el Federal, nunca han querido entrarle de verdad a realizar una revisión de fondo a toda nuestra legislación, me da la impresión que prefieren estar haciendo parches a las leyes, que luego resultan contradictorias en lo relacionado con dichos parches; hay que decir que para hacer o lograr tener una legislación federal o estatal, según de la que se trate, de punta y al día, se debe de invitar a participar en tal empresa de revisión y congruencia, a despachos y juristas especializados, pagándoles o por cortesía según sea su disponibilidad, para eso se requiere de un trabajo serio, objetivo, ajeno a lucimientos de actores o partidos políticos, para que permita dicho entorno llegar a tener como sociedad o Estado una legislación plena, congruente, práctica, ágil, aplicable y consolidada. Cuentan algunos políticos adultos mayores que a ellos les tocó escuchar allá por los años cincuenta y sesenta, que ya se notaba la proliferación de leyes para cualquier tipo de cosas y que se decía al final del texto, en el que el ejecutivo la mandaba publicar el siguiente mensaje: “publíquese, cúmplase, pero no se acate”. También me da la impresión que los congresos y/o diputados pensarán que si se revisa y actualiza toda la legislación por personas con capacidad para lograr hacerlo, entonces estos legisladores seguramente pensarán: que qué harían o cómo justificarían su chamba y en todo caso no tendrían mucho qué hacer. Es así que ahora tenemos tantas leyes de protección a tantas cosas y casos y personas con determinadas características sociales, que sólo nos hace falta una ley cuyo principal contenido y propuesta sea: “Ley especial que obliga a que se cumplan las demás leyes, en bien de la sociedad”. Tal vez muy pronto habrá algún diputado promoviéndola, no lo dude usted.


Un Presidente con mucha voluntad...

Perspectiva Política y algo más…

*Un Presidente con mucha voluntad, ¿pero con aciertos? *Política y más política, no hay de otra

Aún no cesan los airados comentarios unos a favor y otros en contra, respecto de el paquete de reformas que acaban de aprobar las cámaras federales legislativas, la de Diputados y la de Senadores, respecto de la autorización del aumento al precio de la gasolina y la reforma referente al ámbito electoral que desde luego incluye a la reestructuración del IFE, ambas reformas han resultado complejas y polémicas y no reflejan necesariamente y de manera puntual la voluntad popular, si no más bien han sido el fruto de propuestas y discusiones que se han venido llevando acabo entre los representativos de las tres fuerzas políticas más populares en el país, pero a la vez dichos actores han venido planteando o proponiendo, no lo que creen que es lo que más le conviene al pueblo que representan, es más, ni siquiera lo que más le conviene a ellos mismos, sino que la puja o pleito es y ha venido siendo por lo que creen o les han hecho creer qué es lo que más le conviene a su dictador, líder o jefe, o a su partido como institución en búsqueda del poder al más alto nivel que es la presidencia y la mayoría de las cámaras, así como las gubernaturas estatales; y es ahí donde en ese contexto en el que involucran al Ejecutivo Federal en turno, así como a los legisladores de su partido y con un entorno propicio para todos que implica la necesidad de hacer algo ante el pueblo, una especie de catarsis política, donde cada actor político cree que expía sus culpas o se justifica por lo menos; es ahí donde en tales circunstancias tiene la clase política a la ciudadanía, en un suspenso en el que se avizoran luces y sombras, pero no claridad ni certidumbre de los resultados anunciados por los políticos y anhelados por el pueblo. Agréguese a lo anterior el activismo inusual en el ámbito político federal de los caciques, perdón, gobernadores de los Estados, quienes propiciaron la medida contraproducente y fuera de toda lógica, el llamado gasolinazo, Gobernadores que por pingues, aumentos en sus arcas locales, no les importa el impacto desproporcionado que deberían haber sabido que provocarían con su testaruda petición de más recursos pero a la fácil, es decir, sólo ordenando que el pueblo pague más sin ningún razonamiento, ni considerando alguno, donde sólo piensan que llegará por arte de magia más dinero a sus Secretarías de finanzas; pero ¿para qué dicho dinero? Ahí es donde resulta evidente peor el remedio que la enfermedad. Mire estimado lector, aquí hay dos sucesos lamentables que como siempre lastimarán más al pueblo y a lo mejor beneficiarán en algo a la clase política, no estoy seguro, tal vez, pero veamos; los Gobernadores no tienen ideas ni formas de crear sus propios ingresos a pesar de tantas ofertas de estímulos, por parte de la federación para que éstos lo hagan, pero fue así como los Gobernadores le plantearon al Ejecutivo Federal que les dé mas dinero, y una forma fácil era una iniciativa de ley que decretara el aumento de gasolina y sus derivados, con ésta medida sólo movieron el avispero que son nuestros respetables productores agropecuarios y muchos comerciantes donde encontraron la razón y justificación para aumentar sus precios y sus ganancias inequitativas. Cabe aclarar que no todos actúan así, pero sí la gran mayoría; entonces aquel dinero extra que recibirán los gobiernos estatales que según se comprometieron, “sería para gasto social a favor del pueblo”, ya quedó inexistente y rebasado por la cascada de aumentos que se inició y seguirá; éste fenómeno lo conocían los gobernadores y sus Secretarios de finanzas que así iba a ocurrir, ¿y el gobierno federal acaso no lo preveía o contemplaba? Ahí es donde está la otra cuestión; ¿de qué sirven esos clubs de amigos que tienen como asesores todos los ejecutivos y que tanto le cuesta al pueblo incluyendo al gobierno federal? ¿Por qué ahora, 26 de septiembre, tiene que tratar el Presidente de atajar todas esas especulaciones y abusos que muchos productores y comerciantes han iniciado en contra del pueblo, con el pretexto del aumento a la gasolina que ni siquiera se ha dado ni se dará sino hasta el inicio del año próximo? Era necesario que ocurriera esto en la nación, donde un Presidente sorprendido y desconcertado, en cadena nacional trata de explicar lo muy explicable, pero que el daño ya está hecho, ¿y qué, tampoco él tiene asesores? ¿Cómo podemos estar impávidos y cruzados de brazos los mexicanos con estos hechos imprudentes que sólo provocan un río revuelto, para que los vivillos de siempre especuladores y explotadores se salgan con la suya? ¿y los Diputados y Senadores, ellos sólo reciben la línea o sugerencia de más arriba? Creo que ya nadie justifica como buenos frutos éstas medidas que generan nuestra costosísima democracia, y luego nos preguntamos ¿por qué el pueblo no sale a votar? ¿por qué no confía en sus políticos? etc. Hay que hacer algo. Por lo pronto que trabajen más todos lo amigos de los Ejecutivos, digo, los Consejeros; pero ustedes ejecutivos háganles caso, escúchenlos y tomen en cuenta sus sugerencias, no nomás los traigan en las abultadas nóminas, eso no le sirve a ustedes y al pueblo menos.

NO HAY DE OTRA

Sí amigos lectores, sólo un camino adecuado tenemos los ciudadanos, el de hacer política, sí, pero con la aclaración de que no nos ocurra lo que a muchos actores políticos, que confunden la política con la búsqueda del poder. Claro está que la búsqueda del poder no está reñida con la política, pero el poder sólo debe llegar como consecuencia de la actitud del buen político, pues debemos entender y aceptar que la política es el quehacer necesario posible e indispensable que debe desarrollar el ciudadano, para que las acciones públicas mejoren, sobre todo la de proyección hacia los que menos tienen y en general a toda la sociedad; por ello todos somos y debemos ser políticos. Pero es muy importante que la clase política tenga claro que la demagogia, mentira o negligencia, es equiparable a un delito o a la responsabilidad civil, y como tal se debe sancionar a los malos políticos o más bien a quien confunda el quehacer político, porque la verdad sea dicha, hay en nuestro país muchos ciudadanos con calidad y vocación de servicio, sólo que en muchas ocasiones dichos actores de la política están inmersos en un entorno que no les permite o no les deja actuar con toda la eficacia y buena fe que estas personas quisieran, y más aún hay quienes yendo contra viento y marea luchan y actúan con su verdad, con su convicción por enfrente y así se desenvuelven, pero a qué costo y con cuánto esfuerzo extra, pero de que los hay, los hay, y a mucha honra en nuestro país. Lástima para nuestro infortunio que no son la mayoría, pero en la medida que el ciudadano participe y exija como civil que es ante nuestro gobierno, en esa medida pronto seremos mejor y tendremos un México mejor para todos, sólo hay que darle un poco de nuestro tiempo y esfuerzo a eso que le llamamos política, pero que muchos no le hacemos caso porque tenemos una idea equivocada de lo que es o significa dicho concepto; ¡hagámonos políticos todos!, pero de los buenos, eso lo necesita nuestro país, no hay que olvidarse que somos un Estado en desarrollo y a propósito de Estado mexicano, el Estado lo conforman tres elementos; a) un territorio, b)una población y c)un gobierno. ¿qué clase de Estado somos? ¿de primera, de segunda u otra? Nuestro territorio es excelente, no hay uno mejor en el mundo, creo yo; nuestro pueblo o población es de primera, creo también, ¿y nuestros gobiernos?... bueno, pues ahí quién sabe, pero todos somos responsables de los gobiernos que tengamos, de nosotros depende ¿no cree usted estimado lector?