Representante Legal

viernes, 21 de septiembre de 2007

Impuestos directos..

Perspectiva Política y algo más…

Impuestos directos, mejor que indirectos * Riqueza, Pobreza y pobreza extrema

Tenemos actualmente los mexicanos muy fresco el tema de los impuestos, nada menos que por la razón de que los legisladores de los principales partidos políticos nacionales se pusieron de acuerdo en aprobarlos como resultado de diversas negociaciones en las que lo menos que podemos observar son algunas con tradiciones que analizaremos más adelante; los nuevos impuestos son el impuesto empresarial a tasa única (IETU), el aumento por ley del costo del litro de gasolina en 36 centavos escalonadamente, empezando el primero de octubre y el cobro del 2% a los depósitos en efectivo que rebasen los 25 mil pesos en cuentas bancarias. El primero de los impuestos citados es para la clase media y alta, quienes ni tarde ni perezosos lo habrán de repercutir posteriormente en los usuarios dígase pueblo en general; el segundo de los impuestos del aumento del costo de la gasolina, pues éste aún no entra en vigor y ya muchos productos están subiendo y otros van a subir; respecto del impuesto del 2 por ciento a los depósitos en efectivo, ya verá usted cuántas mañanas habrá y saldrán para que no se pague, sobre todo por la gente a quienes va dirigido que son a los practicantes de la economía informal y a los narcotraficantes; el problema de todo esto sale a colación porque para el pueblo en general que es el verdadero pagano o pagador en todo tipo de impuestos, con excepción del de la renta y el consumo o artículos de lujo y el predial; sí amigo lector, la mayoría de la carga fiscal es sobre el pueblo pobre en general, pero este pueblo no lo siente o no lo nota porque los impuestos son indirectos, es decir, alguien los paga pero los hace repercutir en el pueblo consumidor, por ello podríamos concluir que hay impuestos directos valientes visibles y que hay impuestos cobardes indirectos y semiocultos; y son los de la segunda categoría, el tipo de impuestos que los gobiernos sucesivos tratan siempre de imponer para que el pueblo en general no los note. Ahora bien, ¿por qué los gobiernos tratan de encubrir los impuestos al ciudadano pobre, como lo es éste último del encarecimiento de la gasolina? Porque quien puede dudar que dicho aumento no encarece el transporte, el trabajo agrícola, etc. Obviamente los servicios y productos se encarecerán paulatinamente, ¿y de qué servirá que a través del impuesto le quiten un dinero al pueblo, si su razón es darle un poco de dinero o servicios que cuestan dinero al mismo pueblo? Pero ¿cuánto desgaste o merma tiene este círculo vicioso de: te quiero dar pero para ello primero te voy a quitar? ¿Cuánto nos cuesta este juego perverso? Pero no se trata tampoco de que nadie pague impuestos o que nunca se nos aumente el monto de la cantidad a pagar, no, no se trata de eso, se trata de que todos los mexicanos, en mayor o menor grado y de forma equitativa, paguemos impuestos, pero directos, no encubiertos como es lo usual que procuran los gobiernos. Un pago directo por concepto de impuestos, genera varias consecuencias positivas, primero, cada ciudadano tendría más conciencia de que el Estado le cuesta a dicho ciudadano y por ello el ciudadano en general sería más responsable, más exigente, porque sabría que todo servicio, servidor público u obra social, le está costando a él y no a gobierno, sino al sudor de su frente de cada ciudadano y por ende no tendría que andar de cortesano o rindiendo honores y privilegios a cuanto vivillo gobernante bueno o malo como a todos esos que hasta su nombre andan poniendo en vida a calles y libramientos o avenidas, sólo por el hecho de haber sido empleados del pueblo y haber salido multimillonarios tal y como los hay en la actualidad, todo esto gracias a la inocencia y nobleza de nuestro pueblo. No se vale, tenemos que buscar formas más modernas y francas de crear y cobrar impuestos, porque gran cantidad de millones de mexicanos creen que no pagan impuestos y todo esto porque los impuestos están disfrazados o en sobrecostos con nombres que no nos dicen el concepto concreto de dicho sobrecosto; si a cada mexicano se nos cobra impuesto que es lo correcto, también hay que crear mecanismos de compensar hasta con pilón a los ciudadanos más necesitados, de tal manera que los pobres siempre resulten beneficiados; todo esto es muy posible de manera clara y contundente, sólo se necesita voluntad política y responsabilidad social.


TRES GRADOS DE POBREZA

Diversas estimaciones de analistas políticos hablan acerca de los diversos grados o tipos de pobreza y señalan como sector en extrema pobreza a 30 millones de mexicanos, mientras otros 20 millones de ciudadanos también se encuentran en pobreza relativa o lo que es lo mismo, familias con ingresos no mayores a los tres salarios mínimos, que como podremos imaginarnos esto equivale a no más de mil quinientos pesos por quincena, cantidad que desde luego no basta tampoco para las necesidades básicas como el pago de agua, luz, gas, despensa, transporte, vestido, y tantas pequeñas extras que surgen en todo círculo familiar, previstos e imprevistos; lo anterior nos da o lleva a la conclusión de que el 50% de los mexicanos requieren apoyo en diversas maneras que se reflejen en su ingreso y gasto para sobrellevar una vida más o menos decorosa; lo anterior también nos hace concluir que en términos reales tenemos en nuestro país un ciudadano con muchas limitaciones, por cada ciudadano que tienen ingresos decorosos y suficientes para todas sus necesidades, pero no pensemos que esto es nuevo o que apenas se anda buscando solución a tan graves desigualdades, no, no es así. Todos los gobiernos en sus programas nacionales o estatales de desarrollo, planean cómo combatir la pobreza y desigualdad, así como impulsar el desarrollo, progreso y bienestar, presuntamente de todos y para todos; sin embargo, gobierno tras gobierno vemos con tristeza que es muy poco lo que se avanza y a veces en algunas de las áreas del desarrollo social hasta se retrocede, cosa que desde luego no debe darse jamás. El Gobierno Federal debe de una vez por todas enfrentar con verdad ante la sociedad más desfavorecida, que es lo que puede hacer de manera clara y contundente para mejorar las condiciones de vida de los más desprotegidos, pero así mismo debe de informar que es lo que no puede hacer por este sector social, pero con plena franqueza y verdad, así como los porqués, ya que todo mexicano por más limitado que se encuentre en lo académico o social, sabrá valorar que se le hable con la verdad y sabrá no sólo comprender, sino que unirse al esfuerzo de un gobierno franco y sincero, para que todos juntos logremos mejores resultados y sobre todo generar y vivir en confianza mutua, para garantizar nuestra propia seguridad y buena marcha con un esfuerzo parejo, sincero y compartido.

Gabriel Salgado Aguilar

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