Perspectiva Política y algo más…
· Otro general que se va * La guerra silenciosa de los mexicanos
Hace apenas unos días, para ser exactos el jueves 19 de la semana pasada, dejó de existir el ciudadano Carlos Núñez Escobar,”Don Carlos”, como era habitual que todos sus amigos le llamáramos. Carlos, ciudadano ejemplar, constructor juntamente con otros talentosos ciudadanos del municipio de Manzanillo, fue industrial de la tortilla, exitoso agroproductor, descubrió o creó una variedad de mango de extraordinaria calidad y presencia, lo cultivó y hasta donde yo estuve enterado, toda su producción era comercializada con el Japón y se enviaba por vía aérea; ésta variedad de mango la patentó con el nombre de “Mango Manzanillo Núñez”. Pero veamos a Don Carlos ciudadano; Don Carlos además de ser un individuo muy singular por su humanismo, paciencia y generosidad, también incursionó en la política, y fue precisamente a la sazón de la postulación de la primer mujer en el país a un alto puesto de elección popular, que ocurrió en Colima en el año de 1979, Doña Griselda Álvarez Ponce de León, cuando un grupo de notables colimenses en la capital se organizaron y formaron un frente político que le denominaron el PIC (Partido Independiente Colimense) y con el membrete y registro del PARM, pretendieron participar en la elección que se llevaría a efecto el 1 de julio de 1979, por esa razón este grupo de políticos formaron comités en los principales municipios y pusieron candidatos a Presidentes Municipales y quien encabezaba la planilla al Gobierno del Estado era, el Lic. Cuitláhuac Gutiérrez, quien había sido panista con anterioridad, y en Manzanillo encabezaba la planilla para Presidente Municipal, Don Carlos Núñez Escobar, ciudadano respetado, popular y muy querido por la sociedad; al mismo tiempo por esas fechas, el CEN del PAN, mandó Delegados a Colima y empezó a reorganizar a lo que había sido el PAN en el Estado, decidiendo también la participación en el proceso electoral estatal, habiendo nombrado como su candidato a quien esto escribe, el suscrito Lic. Gabriel Salgado Aguilar. Enterado de los movimientos políticos, el PRI y el gobierno encabezado por el Lic. Arturo Noriega Pizano, quien observó el peligro de perder la elección, por el creciente movimiento opositor fortalecido por los priistas inconformes que apoyaban el PIC, no precisamente al PAN, que apenas reiniciaba su participación, fue entonces que el gobierno mandó traer a Colima a unos generales adultos mayores, por cierto, que eran los dueños (dirigentes) del PARM y éstos procedieron a ordenar la cancelación total del registro de los candidatos del PIC, que con el registro del PARM estaban participando, desapareciendo inclusive a dicho membrete o partido del Estado de Colima. Ahí fue la primera participación política constitucional de Don Carlos. Posteriormente y ya en la Presidencia del país, el Lic. Miguel de la Madrid Hurtado, mandó a Manzanillo para que hiciera vecindad al C. Lic. Elías Zamora Verduzco, prospecto para ser el siguiente gobernante que sucedería a Doña Griselda, y al poco tiempo lo hizo o hicieron candidato a Presidente de Manzanillo para luego hacerlo gobernador y fue en ese entonces que el suscrito, me di a la tarea de convencer a Don Carlos para que se integrara al PAN, ya que yo era el Dirigente Estatal en ese entonces, cosa que conseguí y fue nuestro candidato a la Presidencia Municipal de Manzanillo, compitiendo precisamente con Elías Zamora Verduzco, a quien derrotó en las urnas, pero que el gobierno PRI de aquel entonces, no reconoció la derrota con toda la gama de triquiñuelas que hacían. Bueno, a partir de entonces, Don Carlos Núñez se convirtió en uno de los mejores, para mí el mejor soldado panista en el Estado que aportó todo su esfuerzo, su sabiduría, su generosidad personal, así como todo el esfuerzo de toda su familia que ejemplarmente lo apoyaban y trabajaban duro en cada elección a favor del Partido Acción Nacional.
El PAN se ha quedado sin uno de sus generales azules de academia y de tropa, sin duda resentirá políticamente muchísimo su ausencia, y quienes tuvimos el privilegio y honor de haber compartido la amistad con Don Carlos, lo sentimos profundamente en nuestro corazón y en nuestros sentimientos, su partida nos entristece, pero a la vez nos deja un reto: Ser auténticos, ser honestos, ser transparentes y generosos como lo fue Don Carlos y tal como nos lo establece y exige los principios del PAN. Vaya nuestro más sentido pésame a toda la familia de Don Carlos Núñez Escobar.
Cuatro mil bajas en 10 años, aproximadamente
Para nadie es un secreto el fenómeno de migración que vive nuestro país al vecino del Norte, pues la mayoría de las familias mexicanas tienen o han tenido algún miembro familiar que ha ido o está en los Estados Unidos, sí amigos lectores, mientras muchos mexicanos nos regodeamos de que más de 20 mil millones de dólares envían los paisanos mexicanos por año de los Estados Unidos, también debemos estar consientes que 400 hermanos mexicanos, 400 familias por año, aproximadamente, viven un luto y un dolor profundo al enterarse que su ser querido, padre, hijo, hermano, primo, etc. Han perecido, algunos ahogados, otros por hipotermia, congelados en el desierto en invierno, otros deshidratados en tiempo de calor, y en muchas ocasiones las familias ni siquiera podrán ver los restos o el cadáver de dicho ser querido, o tal vez ni siquiera podrá saber si de verdad murió y dónde quedó dicho miembro familiar; así es apreciados lectores, esta es la guerra silenciosa no declarada por nadie, pero que es una realidad que nos arranca cientos y cientos de hermanos y todo esto ¿por qué? Cualquiera puede pensar que simplemente por la pobreza; pero no es así apreciado lector, no es sólo la pobreza, es la justicia legendaria que el pueblo mexicano, especialmente los que menos tienen han venido sufriendo, pero esa injusticia se da desde el trato negligente que da un servidor público, un burócrata al usuario, al ciudadano común que encuentra en su propio gobierno trabas, obstáculos, mal trato, tramitología compleja y entretenida, ¿y qué decir de la corrupción? Todos estos elementos le hacen difícil el desarrollo, el trabajo y el progreso al ciudadano, por eso vemos ejidatarios con buenas tierras, profesionistas, técnicos, etc. Cruzando la frontera norte en busca de un trabajo mejor pagado y desde luego ejerciendo una dura y productiva jornada, allá en Estados Unidos, misma que aquí en México no realizan porque no hay pago justo, no hay respuesta y no hay estímulo. Los mexicanos bien nacidos no podemos ignorar estos sucesos, no podemos estar pasivos ante tanta pérdida de sangre mexicana, todos y cada uno de nosotros algo debemos hacer, algo podemos hacer de acuerdo a nuestro entorno, por lo menos podemos exigir a todo servidor público que honre su alto honor de servidor público, que sea eficiente, atento y honesto para con todo mexicano, para que así con ese ejemplo cotidiano no nos quede más que luchar con amor, con paciencia y amor a México, aún con la pobreza encima, pero con mucha fe y esperanza de un México mejor para todos que tarde o temprano habremos de construir. ¿No cree usted apreciable lector?
· Otro general que se va * La guerra silenciosa de los mexicanos
Hace apenas unos días, para ser exactos el jueves 19 de la semana pasada, dejó de existir el ciudadano Carlos Núñez Escobar,”Don Carlos”, como era habitual que todos sus amigos le llamáramos. Carlos, ciudadano ejemplar, constructor juntamente con otros talentosos ciudadanos del municipio de Manzanillo, fue industrial de la tortilla, exitoso agroproductor, descubrió o creó una variedad de mango de extraordinaria calidad y presencia, lo cultivó y hasta donde yo estuve enterado, toda su producción era comercializada con el Japón y se enviaba por vía aérea; ésta variedad de mango la patentó con el nombre de “Mango Manzanillo Núñez”. Pero veamos a Don Carlos ciudadano; Don Carlos además de ser un individuo muy singular por su humanismo, paciencia y generosidad, también incursionó en la política, y fue precisamente a la sazón de la postulación de la primer mujer en el país a un alto puesto de elección popular, que ocurrió en Colima en el año de 1979, Doña Griselda Álvarez Ponce de León, cuando un grupo de notables colimenses en la capital se organizaron y formaron un frente político que le denominaron el PIC (Partido Independiente Colimense) y con el membrete y registro del PARM, pretendieron participar en la elección que se llevaría a efecto el 1 de julio de 1979, por esa razón este grupo de políticos formaron comités en los principales municipios y pusieron candidatos a Presidentes Municipales y quien encabezaba la planilla al Gobierno del Estado era, el Lic. Cuitláhuac Gutiérrez, quien había sido panista con anterioridad, y en Manzanillo encabezaba la planilla para Presidente Municipal, Don Carlos Núñez Escobar, ciudadano respetado, popular y muy querido por la sociedad; al mismo tiempo por esas fechas, el CEN del PAN, mandó Delegados a Colima y empezó a reorganizar a lo que había sido el PAN en el Estado, decidiendo también la participación en el proceso electoral estatal, habiendo nombrado como su candidato a quien esto escribe, el suscrito Lic. Gabriel Salgado Aguilar. Enterado de los movimientos políticos, el PRI y el gobierno encabezado por el Lic. Arturo Noriega Pizano, quien observó el peligro de perder la elección, por el creciente movimiento opositor fortalecido por los priistas inconformes que apoyaban el PIC, no precisamente al PAN, que apenas reiniciaba su participación, fue entonces que el gobierno mandó traer a Colima a unos generales adultos mayores, por cierto, que eran los dueños (dirigentes) del PARM y éstos procedieron a ordenar la cancelación total del registro de los candidatos del PIC, que con el registro del PARM estaban participando, desapareciendo inclusive a dicho membrete o partido del Estado de Colima. Ahí fue la primera participación política constitucional de Don Carlos. Posteriormente y ya en la Presidencia del país, el Lic. Miguel de la Madrid Hurtado, mandó a Manzanillo para que hiciera vecindad al C. Lic. Elías Zamora Verduzco, prospecto para ser el siguiente gobernante que sucedería a Doña Griselda, y al poco tiempo lo hizo o hicieron candidato a Presidente de Manzanillo para luego hacerlo gobernador y fue en ese entonces que el suscrito, me di a la tarea de convencer a Don Carlos para que se integrara al PAN, ya que yo era el Dirigente Estatal en ese entonces, cosa que conseguí y fue nuestro candidato a la Presidencia Municipal de Manzanillo, compitiendo precisamente con Elías Zamora Verduzco, a quien derrotó en las urnas, pero que el gobierno PRI de aquel entonces, no reconoció la derrota con toda la gama de triquiñuelas que hacían. Bueno, a partir de entonces, Don Carlos Núñez se convirtió en uno de los mejores, para mí el mejor soldado panista en el Estado que aportó todo su esfuerzo, su sabiduría, su generosidad personal, así como todo el esfuerzo de toda su familia que ejemplarmente lo apoyaban y trabajaban duro en cada elección a favor del Partido Acción Nacional.
El PAN se ha quedado sin uno de sus generales azules de academia y de tropa, sin duda resentirá políticamente muchísimo su ausencia, y quienes tuvimos el privilegio y honor de haber compartido la amistad con Don Carlos, lo sentimos profundamente en nuestro corazón y en nuestros sentimientos, su partida nos entristece, pero a la vez nos deja un reto: Ser auténticos, ser honestos, ser transparentes y generosos como lo fue Don Carlos y tal como nos lo establece y exige los principios del PAN. Vaya nuestro más sentido pésame a toda la familia de Don Carlos Núñez Escobar.
Cuatro mil bajas en 10 años, aproximadamente
Para nadie es un secreto el fenómeno de migración que vive nuestro país al vecino del Norte, pues la mayoría de las familias mexicanas tienen o han tenido algún miembro familiar que ha ido o está en los Estados Unidos, sí amigos lectores, mientras muchos mexicanos nos regodeamos de que más de 20 mil millones de dólares envían los paisanos mexicanos por año de los Estados Unidos, también debemos estar consientes que 400 hermanos mexicanos, 400 familias por año, aproximadamente, viven un luto y un dolor profundo al enterarse que su ser querido, padre, hijo, hermano, primo, etc. Han perecido, algunos ahogados, otros por hipotermia, congelados en el desierto en invierno, otros deshidratados en tiempo de calor, y en muchas ocasiones las familias ni siquiera podrán ver los restos o el cadáver de dicho ser querido, o tal vez ni siquiera podrá saber si de verdad murió y dónde quedó dicho miembro familiar; así es apreciados lectores, esta es la guerra silenciosa no declarada por nadie, pero que es una realidad que nos arranca cientos y cientos de hermanos y todo esto ¿por qué? Cualquiera puede pensar que simplemente por la pobreza; pero no es así apreciado lector, no es sólo la pobreza, es la justicia legendaria que el pueblo mexicano, especialmente los que menos tienen han venido sufriendo, pero esa injusticia se da desde el trato negligente que da un servidor público, un burócrata al usuario, al ciudadano común que encuentra en su propio gobierno trabas, obstáculos, mal trato, tramitología compleja y entretenida, ¿y qué decir de la corrupción? Todos estos elementos le hacen difícil el desarrollo, el trabajo y el progreso al ciudadano, por eso vemos ejidatarios con buenas tierras, profesionistas, técnicos, etc. Cruzando la frontera norte en busca de un trabajo mejor pagado y desde luego ejerciendo una dura y productiva jornada, allá en Estados Unidos, misma que aquí en México no realizan porque no hay pago justo, no hay respuesta y no hay estímulo. Los mexicanos bien nacidos no podemos ignorar estos sucesos, no podemos estar pasivos ante tanta pérdida de sangre mexicana, todos y cada uno de nosotros algo debemos hacer, algo podemos hacer de acuerdo a nuestro entorno, por lo menos podemos exigir a todo servidor público que honre su alto honor de servidor público, que sea eficiente, atento y honesto para con todo mexicano, para que así con ese ejemplo cotidiano no nos quede más que luchar con amor, con paciencia y amor a México, aún con la pobreza encima, pero con mucha fe y esperanza de un México mejor para todos que tarde o temprano habremos de construir. ¿No cree usted apreciable lector?
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