Representante Legal

lunes, 10 de septiembre de 2007

Mayor carga...

Perspectiva Política y algo más…

*Mayor carga y crisis laboral en puerta *¿La obesidad del Estado nos perjudica?


Después de que fracasaron los intentos de algunos actores políticos del Gobierno Norteamericano encabezado por su Presidente George Bush, respecto de las reformas profundas para dar cause a la regularización migratoria de no menos de 8 millones de indocumentados, en su gran mayoría de origen mexicano, el propio Gobierno Americano alentado y azuzado por los líderes de los sectores más duros, han impulsado medidas sumamente fuertes y agresivas en contra de nuestros connacionales, en el vecino país. Mientras nuestros inefables Diputados y Senadores se encuentran enfrascados en discusiones banales, de que si permiten o no al Presidente dar su mensaje a la nación en el recinto parlamentario, que porque es dicho acto obsoleto e innecesario, o que si aceptan o no una reforma fast-track, en el sentido de cambiar el formato del informe presidencial; mientras nuestros políticos dirimen esto y demás posturas perredistas, los problemas diversos se ciernen y amenazan a nuestro pueblo, problemas varios como el que provocará las medidas anunciadas en contra de nuestros connacionales, que ellos sí y sus familias sufrirán las agresiones de que están siendo objeto, con la agravante de que llegarán a su país de origen sin respaldo, sin empleo y sin una infraestructura que les permita trabajar su dinerito, si es que lo traen o les permita ocuparse de algo productivo, y qué decir de las pocas oportunidades que brillan por su ausencia para nuestros propios connacionales que aún no han salido del país. El futuro cercano se avizora incierto y difícil, y esto lo deberían tomar mucho en cuenta nuestro gobierno, pero sobre todo nuestros legisladores que la verdad no sabemos qué tanto nos ayudan a cada mexicano representado en cualquiera de las cámaras, sea ésta local o federal, lo cierto es que apreciable lector, no sabemos qué está motivando las medidas extremas para la expulsión de los inmigrantes ilegales en el vecino país; pero lo que sí es cierto es que al cerrar la puerta a la permanencia, aunque sea temporal de los trabajadores hispanos, provocará profundos desajustes sociales a varios de nuestros países latinoamericanos, entre los que de manera destacada está el nuestro, y ¿qué decir de los casi 24 mil millones de dólares anuales que se inyectan a nuestra economía nacional, derivados de las remesas que los millones de paisanos envían a sus familias de nuestro país? Mayúsculo desajuste se avecina, pero nuestros políticos no dan color siquiera de estar enterados y menos de hacer algo para aminorar el impacto que pudiera darse con las acciones que está implementando el Gobierno del vecino país; ¿qué hacer con esta eventualidad querido lector? Yo creo que si a nuestro gobierno no se le ocurre algo eficaz, aunque sea debería consultar a la ciudadanía y estoy seguro que la sociedad civil encontraría mayores y tal vez mejores respuestas a problemas tan sentidos como éste, ¿no lo cree así usted?


LA OBESIDAD DEL ESTADO

Hay sucesos en el quehacer público que pasan inadvertidos siempre para la gran mayoría de los ciudadanos, y uno de éstos es la obesidad del aparato público o burocrático o como queramos llamarle querido lector, sí, así es, mire usted, en los tres órdenes de gobierno (administración) municipal, estatal o federal, cada arribo de un nuevo funcionario conlleva un enjambre de nuevos colaboradores, funcionarios o equipo del nuevo gobernante, y los que ya estaban no crea usted que se van, no amable lector, los que estaban siguen en el presupuesto, sólo que a veces en inferiores posiciones o en diversas dependencias o nivel de gobierno; ¿por qué pasa esto? Porque dichas personas ya se acostumbraron a trabajar en la política o gobierno, porque esta clase de trabajo es cómodo y no rinde cuentas a un determinado patrón, sólo basta que usted esté bien con el jefe o mandamás y todo es miel sobre hojuelas; ¿pero qué sucede con tanta gente que se incorpora y casi nadie sale del sector público? Pues sólo genera un agrandamiento del aparato público o burocracia, y se constituye la obesidad estatal que consume año con año mayores proporciones del presupuesto, y luego son los mismos presidentes municipales, gobernadores y el ejecutivo federal, que se la pasan queriendo hacer milagros, porque no les ajusta el dinero presupuestado, es cierto que nuestro país es una nación con mucho desorden fiscal y muy mala recaudación, pero también es cierto que nuestro país genera mucha riqueza a través de fuentes naturales, tales como la riqueza petrolera, la riqueza minera, la riqueza producida por nuestros connacionales en el extranjero, la riqueza que genera el desarrollo turístico, etc. Todo eso significa que México es un país rico, muy superior a cualquiera de Latinoamérica, pero también es una realidad de que México tiene uno de los mayores porcentajes de pobres, generados por la falta de políticas públicas inteligentes, enérgicas, equitativas y eficientes; pero esta desigualdad y triste realidad, sólo llega a ser tema de políticos en campaña o parte de los ofrecimientos que se hacen en las intenciones manifestadas por parte de quienes buscan el poder, así pues, un país con mucha riqueza y fuentes de capital, pero con una administración pública que aún no encuentra el programa justo, equitativo y equilibrado que genere empleo y remuneración adecuado a las necesidades del ciudadano, pero lo más grave es que todos los políticos queramos siempre vivir del erario público, provocando el debilitamiento del aparato productivo y consumiendo sin producir, en detrimento de la sociedad que sólo sufre las consecuencias; por ello es urgente que se ponga a dieta el aparato público (Estado) que baje no unos kilos, si no muchas toneladas de gente que debe incorporarse a la sociedad civil, que debe venirse a producir bienes y/o servicios, y a generar empleos para si mismo y para otros ciudadanos, esto, sólo esto, nos permitirá ser una sociedad más justa, más equilibrada y con mejores niveles de progreso y justicia ¿no lo cree usted?

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