Representante Legal

lunes, 10 de septiembre de 2007

¿Por qué la importancia de un partido?

Perspectiva Política y algo más…

*¿Por qué la importancia de un partido? * La atención al público es oportuna

No cabe duda que la existencia de los partidos políticos y el libre ejercicio de sus funciones, es un logro valioso en cualquier país del mundo, desde luego que en ese concierto se encuentra México, donde desde hace ya más de diez años, los partidos políticos son ante la ley, auténticos y tienen toda la posibilidad de acceder al poder, claro, que para el caso nuestro en México, no estamos exentos aún de una serie de imperfecciones que desde luego se encuentran en un proceso de superación. ¿Pero acaso la función de nuestros partidos políticos ha sido la necesaria y esperada por el pueblo? Seguramente usted, amable lector, pensará que aún no; y tiene razón, desgraciadamente la mayoría de los partidos políticos tienen muy claro y definidos dos campos de acción: a) El que establece sus principios y estatutos, así como sus reglamentos y desde luego las leyes electorales respectivas, me refiero a la legislación local y a la legislación federal. Desde esa plataforma se dan a conocer, difunden sus magnificas propuestas, principios e ideales; pero está el otro campo de acción, b) El de la realidad, aquella área de actividades donde al interior del mismo, todo es sonrisas, abrazos con fuertes palmadas en las espaldas y qué decir de los saludos efusivos de apretón de manos y beso en las mejillas entre dama y caballeros, pero…aquí viene el gran pero; el desenvolvimiento al interior de los partidos, es de con quién estás, de qué liderazgo o grupo eres, si no estás conmigo estás contra mí; y desde luego a todo planteamiento o problema, se ofrece la solución inmediata y fácil, aunque también jamás piensan en resolver o atender a aquel o aquella militante peticionaria, pero lo más grave y usual es cómo vas a administrar al interior el partido, y a quienes o con quienes te vas a confabular para ir apuntalando tu proyecto personal y grupal, donde ofreces apoyo a cambio de recibir apoyo, aún por encima de otros compañeros del propio partido, y desde luego se empiezan a formar las pequeñas corporaciones donde eres medido respecto a quiénes y a cuántos representas y/o puedes manejar o influir, para ofrendar el apoyo corporativo hacia tal o cuál liderazgo o equipo. Todo esto no tiene nada de extraño, ni de raro en nuestras democracias emergentes o nuevas, como las que vivimos la mayoría de los pueblos en vías de desarrollo, el problema es que tales formas de actuar nunca permitirán la realización de aquellos principios e ideales por las que has decidido luchar y por supuesto que contribuirás a la tan anhelada justicia social, no se desarrolle o llegue a ese pueblo que deseas servir, bueno, que el político dice: quiere servir.

Mire usted amable lector, los partidos tienen sus liderazgos, o para ser más claro, sus autoridades internas, pero la conformación de las mismas, a veces viene de un simple movimiento del líder mayor y de la nada, sin antecedente alguno, aparece como el encargado o responsable de un partido y luego toda la militancia se queda a expensas de éste nuevo liderazgo, que ni tarde ni perezoso empieza a hacer su propio grupo, enlaces, compromisos y alianzas, que a la hora de la hora resulta ya invencible en un proceso democrático interno, todo lo anterior en contraposición de toda una legislación que te impone desde la Constitución General de la República, la Ley Federal Electoral, los estatutos de cada partido, un puño además de reglamentos internos, y todo esto te ordena un sin número de requisitos para cumplir y realizar sólo para que puedas ser un militante con derecho a emitir tu voto a favor de cualquiera de los aspirantes en una elección interna; bueno, pero en contraste con un simple movimiento de un alto líder te provee aún mandón ya idóneo, ya capaz, ya con méritos acreditados según la persona que lo promueve; en fin, todo lo anterior amables lectores, en el mejor de los casos, sólo evita que a través de la violencia nos dirimamos nuestras diferencias, pero también nos demuestra esa gravísima falta de objetividad tan necesaria en cada liderazgo de un partido; si amigo, la objetividad es un paso mayor en nuestra cultura cívico política que es y será la única herramienta que tarde o temprano nos hará llegar a crear y practicar procesos internos democráticos, acciones políticas que de veras sirvan al pueblo y que se proyecten en bien de la sociedad y no de ese amigo, amiga, liderazgo que me ha ofrecido apoyo, promesa de promoverme, de colocarme en una chamba o que ya me consiguió o me dio alguna chamba y debo apoyarlo o apoyar a quien él me indique; esa triste realidad, que a veces se da o más bien siempre se da, con las extraordinarias excepciones de esos grandes ciudadanos que también existen para bien de México y esperanza de todos, pero todo esto es la falta de objetividad, que tanto necesita nuestra patria y tanto les hace falta a la mayoría de nuestros políticos, pero no perdamos la esperanza en México, cada día hay más excepciones y estos son los ciudadanos políticos objetivos que quieren a México y que para bien, transformarán a la patria. ¿No cree usted?

NO ES OPORTUNO ALGUNOS HORARIOS DE SERVICIO

El servicio público a la población es aquel que toda oficina de Gobierno de cualquier nivel presta a la ciudadanía, y quien o quienes lo prestan ordinariamente los llamamos o reconocemos como burócratas, término peyorativo que no deberíamos de utilizar, porque su más apropiada denominación debiera ser la de servidor público, en cualquier nivel que el ciudadano esté dando dicho servicio. Bueno, pero el asunto es de que los servicios públicos ¿qué tan oportunos o apropiados nos resultan a nosotros los usuarios?, a los que no vivimos del presupuesto y que algunos ni siquiera tienen oficio o empleo. Me tocó vivir y observar como una dependencia federal en Colima, el RAN, (Registro Agrario Nacional), tiene un servicio atento, cálido, yo diría que de excelencia, ¡ah!, pero que decepción, dicha dependencia presta atención en asuntos puramente del campo y por ello generalmente debe atender a campesinos o ciudadanos cuyos problemas deriven de algún ejido o tierra ejidal, aunque ésta sea ya urbana; generalmente la gente ligada al campo es humilde o pobre y tiene o realiza labores de todo el día o simplemente sus tiempos libres son más limitados, lo anterior se antoja como para que este sector de la población se le atienda hasta hora inhábiles, como podría ser el medio día o por la tarde después de los ordinarios horarios de trabajo, pues no amigos lectores, eso no pasa en el RAN, en sus oficinas ni un segundo de tiempo más a favor del usuario después de las dos de la tarde y para garantizar la firmeza del horario tienen diligentes y enérgicos guardias, que de inmediato te prohíben intentar acercarte a la puerta de ingreso de tales oficinas, que importante es que los responsables de dicha dependencia, amplíen o permitan dar atención a éste no tan favorecido sector de la sociedad, en más tiempo u horario, pensando en el usuario y no en ellos primero. ¿No lo cree justo así usted amable lector?. ¡Vaya! Pues un reconocimiento por la calidad del servicio que presta el RAN, pero con un enérgico y amable señalamiento por lo inoportuno e insuficiente horario de atención, no olvidemos que siempre el pueblo o usuario, debe ser primero.





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