Perspectiva Política y algo más…
*¿Qué preferirá el pueblo de sus instituciones? * Tan sencillo como un juicio político o de responsabilidad
Las décadas de años pasan y pasan, pasan siglos y los políticos o funcionarios siempre actúan de la misma manera en ciertos aspectos en relación con el pueblo; mire usted ciudadano, en primer lugar el funcionario que llega a través del voto popular así como el que llega por designación o nombramiento, con sus muy honrosas y respetables excepciones, cambia de actitud, comportamiento y personalidad hacia el pueblo; creo que algunos no estarán de acuerdo conmigo y desde luego algunos tendrán razón y otros no; pues resulta que en muchos de los casos ni siquiera el propio protagonista se da por enterado que está o ha cambiado de actitud y pensamiento respecto al pueblo y mire usted si no. Observemos a cualquier alto funcionario o político encumbrado, éstos son muy accesibles al trato superficial, sonrisa, saludo y hasta plática con algunos, pero todo cambia cuando usted les plantea o notan que les va a plantear la solicitud de una ayuda; pero eso no es lo más grave, y que si usted busca por teléfono o en persona a cualquier personajes de estos, lo más común es que usted jamás los contacte, pero insisto, eso no es lo más grave, lo malo del asunto es la verdadera y real actitud de nuestros funcionarios respecto de la compleja gama de problemas sociales que en efecto sufrimos la sociedad en conjunto y que cada ciudadano enfrentamos, si amigo lector, todos hemos visto constantemente la actitud de legisladores y ejecutivos mayores y menores cómo se vienen comportando en sus posturas o posiciones respecto de otros, es decir, cada funcionario según su ascendencia partidaria actúa en función de lo que su “líder” o partido les indica sin importar lo que realmente quiera o espera el pueblo, es decir, cada quien cree tener la razón y se amacha a sus intereses, siguen actuando como miembros de un partido pero en campaña y esto no se vale queridos lectores, no se vale que cada funcionario que tanto le cuesta al pueblo éstos sigan actuando a toda costa queriendo llevar agua a su molino y lo peor es que muchos de nuestros funcionarios no sólo actúan así en función de sus intereses partidistas, si no que todavía tienen, yo digo que la inmoralidad legal, digo legal porque la ley no se los prohíbe, de formar parte integral de sus comités partidarios y a la vez son “nuestros ejemplares servidores públicos del pueblo y para el pueblo”. ¿Cómo podemos conciliar la actitud de un Servidor Público que debe actuar en función del interés general de la ciudadanía con el interés personal, grupal o partidario? Y la pregunta salta a la vista ¿y el pueblo? En función de que les tiene que pagar salarios y gastos más lo que se acumule, como dice el dicho; bueno, acabamos de presenciar para variar el espectáculo mayor de nuestros congresistas y algunos gobernadores que por congruencia con su candidato presidencial que perdió la elección, ellos también tienen que practicar una conducta irracional y fuera de toda civilidad, pero con puntual asistencia al cobro de sus salarios y varios conceptos adicionales que se inventan para que no sean sujetas de pago de impuestos éstas diversas aportaciones. Un ejemplo de actitud irracional: La Presidenta del Congreso dijo que dejaba la presidencia del Congreso porque no podía recibir el informe por escrito de quien legalmente había ganado la elección, pero que esta elección era cuestionada por millones de mexicanos. Luego la pregunta es, ¿qué pasará cuando gane el PRD o el PRI, cuyo triunfo puede ser cuestionado por los perdedores? cosa que es un derecho a ejercer, el de impugnar cuestionando el triunfo del ganador, pero esto tiene un proceso y cuando termina, termina. Es increíble que alguien en sus cinco sentidos piensen que de esta manera va a cumplirle o beneficiar a su pueblo o a sus representados, pero eso no es lo único malo de una conducta rencorosa cuya justificación sólo ellos la han creado y han venido repitiendo, eso no es lo único negativo, lo peor es la cultura cívico política que están desplegando y engendrando para con la ciudadanía que muchos de buena fe creen todo los que ellos repiten sin ningún elemento o juicio de prueba creíble, con lógica razonable u objetiva. Ahora bien, entre otras exigencias, en su obstinada conducta, los legisladores, partido y seguro gobernantes perredistas, exigen la remoción del IFE, es decir de sus integrantes y ¿sabe por qué? Pues porque si logran ése propósito de chantaje dirán históricamente que ahí está la prueba que necesitan para justificar su acusación de fraude y despojo al triunfo que reclaman y que no obtuvieron, todo esto con la complacencia del PRI y con la ingenuidad y tibieza del PAN, pero ¿será capaz el PAN de caer en la jugada? Por ello ¿qué preferirán nuestros ciudadanos, unas instituciones y funcionarios sólidos, o complacientes, y…?
JUICIO POLÍTICO O DE RESPONSABILIDAD
Para no desentonar con el tema distinguidos lectores, qué tal si con tanta denostación a una de nuestras más prestigiadas nacional e internacionalmente de nuestras instituciones el IFE, se actuara con un poquito de lógica y legalidad para el caso de que quienes vienen acusando y denostando a tan honorable institución, pues simplemente hiciera acopio de sus pruebas y los elementos de acusación y les demandara la iniciación de un juicio político y/o responsabilidad; digo, si tuviera aunque sea una de dos cosas: Primera, que de veras tuvieran elementos o pruebas que lo justificara y la otra, que tuvieran aunque sea un poquito de honradez humana y actuaran con congruencia y objetividad, pero como no tienen absolutamente nada de ninguna de las dos cosas amigo lector, pues es muy fácil mejor gritar: ¡al ladrón, al ladrón! Y con eso distraes y por lo menos confundes al pueblo y mientras te rehaces para ver con que más argumentos justificas tu impropia conducta; pero eso no es lo más sorprendente, si no que lo que más debe admirarnos es como un PRI atiza y sopla al fuego del artificio, una chiquillada que sólo actúa esperando a ver qué beneficio le cae del pleito y anarquía política y unos acusados que ya hasta parece que de veras se la creen de que son culpables y no se saben defender con eso de la teoría de que es mejor la negociación, ¿y negociación porqué? ¿Qué acaso el pueblo para eso les otorga el mandato? ¡Claro que no! una cosa es practicar y promover el diálogo, la discusión y proponer y/o llegar a acuerdos, ¿pero eso de caer en chantajes y/o negociación? Claro que eso no es lo ideal, por eso estamos como estamos, el pueblo quiere la verdad, sea como sea, y que ésta se respete, como se debe respetar la ley, pero todos por parejo, y si la ley no es buena u oportuna, pues ahí sí hay que luchar, gritar, pelear por adecuarla, cambiarla, demostrando que es para bien de todos o como se dice en democracia: Para bien de las mayorías, que para el caso, somos los más que clamamos, trabajo, honradez y transparencia, ¿no cree usted amable lector?
*¿Qué preferirá el pueblo de sus instituciones? * Tan sencillo como un juicio político o de responsabilidad
Las décadas de años pasan y pasan, pasan siglos y los políticos o funcionarios siempre actúan de la misma manera en ciertos aspectos en relación con el pueblo; mire usted ciudadano, en primer lugar el funcionario que llega a través del voto popular así como el que llega por designación o nombramiento, con sus muy honrosas y respetables excepciones, cambia de actitud, comportamiento y personalidad hacia el pueblo; creo que algunos no estarán de acuerdo conmigo y desde luego algunos tendrán razón y otros no; pues resulta que en muchos de los casos ni siquiera el propio protagonista se da por enterado que está o ha cambiado de actitud y pensamiento respecto al pueblo y mire usted si no. Observemos a cualquier alto funcionario o político encumbrado, éstos son muy accesibles al trato superficial, sonrisa, saludo y hasta plática con algunos, pero todo cambia cuando usted les plantea o notan que les va a plantear la solicitud de una ayuda; pero eso no es lo más grave, y que si usted busca por teléfono o en persona a cualquier personajes de estos, lo más común es que usted jamás los contacte, pero insisto, eso no es lo más grave, lo malo del asunto es la verdadera y real actitud de nuestros funcionarios respecto de la compleja gama de problemas sociales que en efecto sufrimos la sociedad en conjunto y que cada ciudadano enfrentamos, si amigo lector, todos hemos visto constantemente la actitud de legisladores y ejecutivos mayores y menores cómo se vienen comportando en sus posturas o posiciones respecto de otros, es decir, cada funcionario según su ascendencia partidaria actúa en función de lo que su “líder” o partido les indica sin importar lo que realmente quiera o espera el pueblo, es decir, cada quien cree tener la razón y se amacha a sus intereses, siguen actuando como miembros de un partido pero en campaña y esto no se vale queridos lectores, no se vale que cada funcionario que tanto le cuesta al pueblo éstos sigan actuando a toda costa queriendo llevar agua a su molino y lo peor es que muchos de nuestros funcionarios no sólo actúan así en función de sus intereses partidistas, si no que todavía tienen, yo digo que la inmoralidad legal, digo legal porque la ley no se los prohíbe, de formar parte integral de sus comités partidarios y a la vez son “nuestros ejemplares servidores públicos del pueblo y para el pueblo”. ¿Cómo podemos conciliar la actitud de un Servidor Público que debe actuar en función del interés general de la ciudadanía con el interés personal, grupal o partidario? Y la pregunta salta a la vista ¿y el pueblo? En función de que les tiene que pagar salarios y gastos más lo que se acumule, como dice el dicho; bueno, acabamos de presenciar para variar el espectáculo mayor de nuestros congresistas y algunos gobernadores que por congruencia con su candidato presidencial que perdió la elección, ellos también tienen que practicar una conducta irracional y fuera de toda civilidad, pero con puntual asistencia al cobro de sus salarios y varios conceptos adicionales que se inventan para que no sean sujetas de pago de impuestos éstas diversas aportaciones. Un ejemplo de actitud irracional: La Presidenta del Congreso dijo que dejaba la presidencia del Congreso porque no podía recibir el informe por escrito de quien legalmente había ganado la elección, pero que esta elección era cuestionada por millones de mexicanos. Luego la pregunta es, ¿qué pasará cuando gane el PRD o el PRI, cuyo triunfo puede ser cuestionado por los perdedores? cosa que es un derecho a ejercer, el de impugnar cuestionando el triunfo del ganador, pero esto tiene un proceso y cuando termina, termina. Es increíble que alguien en sus cinco sentidos piensen que de esta manera va a cumplirle o beneficiar a su pueblo o a sus representados, pero eso no es lo único malo de una conducta rencorosa cuya justificación sólo ellos la han creado y han venido repitiendo, eso no es lo único negativo, lo peor es la cultura cívico política que están desplegando y engendrando para con la ciudadanía que muchos de buena fe creen todo los que ellos repiten sin ningún elemento o juicio de prueba creíble, con lógica razonable u objetiva. Ahora bien, entre otras exigencias, en su obstinada conducta, los legisladores, partido y seguro gobernantes perredistas, exigen la remoción del IFE, es decir de sus integrantes y ¿sabe por qué? Pues porque si logran ése propósito de chantaje dirán históricamente que ahí está la prueba que necesitan para justificar su acusación de fraude y despojo al triunfo que reclaman y que no obtuvieron, todo esto con la complacencia del PRI y con la ingenuidad y tibieza del PAN, pero ¿será capaz el PAN de caer en la jugada? Por ello ¿qué preferirán nuestros ciudadanos, unas instituciones y funcionarios sólidos, o complacientes, y…?
JUICIO POLÍTICO O DE RESPONSABILIDAD
Para no desentonar con el tema distinguidos lectores, qué tal si con tanta denostación a una de nuestras más prestigiadas nacional e internacionalmente de nuestras instituciones el IFE, se actuara con un poquito de lógica y legalidad para el caso de que quienes vienen acusando y denostando a tan honorable institución, pues simplemente hiciera acopio de sus pruebas y los elementos de acusación y les demandara la iniciación de un juicio político y/o responsabilidad; digo, si tuviera aunque sea una de dos cosas: Primera, que de veras tuvieran elementos o pruebas que lo justificara y la otra, que tuvieran aunque sea un poquito de honradez humana y actuaran con congruencia y objetividad, pero como no tienen absolutamente nada de ninguna de las dos cosas amigo lector, pues es muy fácil mejor gritar: ¡al ladrón, al ladrón! Y con eso distraes y por lo menos confundes al pueblo y mientras te rehaces para ver con que más argumentos justificas tu impropia conducta; pero eso no es lo más sorprendente, si no que lo que más debe admirarnos es como un PRI atiza y sopla al fuego del artificio, una chiquillada que sólo actúa esperando a ver qué beneficio le cae del pleito y anarquía política y unos acusados que ya hasta parece que de veras se la creen de que son culpables y no se saben defender con eso de la teoría de que es mejor la negociación, ¿y negociación porqué? ¿Qué acaso el pueblo para eso les otorga el mandato? ¡Claro que no! una cosa es practicar y promover el diálogo, la discusión y proponer y/o llegar a acuerdos, ¿pero eso de caer en chantajes y/o negociación? Claro que eso no es lo ideal, por eso estamos como estamos, el pueblo quiere la verdad, sea como sea, y que ésta se respete, como se debe respetar la ley, pero todos por parejo, y si la ley no es buena u oportuna, pues ahí sí hay que luchar, gritar, pelear por adecuarla, cambiarla, demostrando que es para bien de todos o como se dice en democracia: Para bien de las mayorías, que para el caso, somos los más que clamamos, trabajo, honradez y transparencia, ¿no cree usted amable lector?
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