Perspectiva Política y algo más…
*Los grandes temas de la nación ausentes de toda discusión *La especulación informativa, nos ayuda o perjudica
Es muy común que los políticos a través de sus partidos o de manera individual nos hablen de la problemática y carencias graves que persisten en nuestra sociedad en general y de manera particular en algunas regiones o comunidades, inclusive tanto el Gobierno Federal como los estatales formulan obligatoriamente sus respectivos programas de desarrollo y éstos son expuestos a los diversos sectores de la sociedad a través de los medios de comunicación electrónicos e impresos; así mismo los partidos políticos a través de sus bancadas (Diputados y Senadores) hacen una agenda legislativa sobre la cual registran sus más sentidas propuestas, en fin, que por donde quiera que se les vea a nuestros entes políticos y gobiernos, éstos son planes, planes y planes y los problemas nunca se acaban; pero lo que más llama la atención es que los políticos ya como funcionarios se llenan su agenda de ocupaciones triviales, superfluas y se enfrascan en cada discusión, que ya no tienen tiempo para poner en el candelero, mucho menos para integrar a la discusión los verdaderos grandes temas y retos de la nación y que el pueblo menos puede desarrollarlos y nomás nos quedamos mirando o como dicen que dijo el chinito, “nomás milando”. Mire usted apreciable lector como un simple ejemplo: El Presidente Norteamericano en dos o tres renglones de su propuesta general de gasto hecha a su congreso, planteó la pertinencia de apoyar al gobierno mexicano en su esfuerzo y lucha contra el narcotráfico, por lo cual solicitaba 500 millones de dólares para tal efecto, aclarando esto sería en especie no en efectivo; bastó esto para que todas las fuerzas vivas de nuestra folklórica política se avocara al comentario, la especulación, la crítica contra y en pro, y desde luego profusamente secundados por los medios de comunicación que para esto están, pues son empresas que buscan vender atención y entretenimiento. Del tema jamás se volvió a tocar en los Estados Unidos de Norteamérica, porque allá todo es institucional y hasta donde sé, ordenado y desde luego no se sabe si será o no factible la susodicha propuesta, sin embargo ya los mexicanos, la discutimos, opinamos, la diseccionamos, la juzgamos y unos la condenamos y otros la estamos esperando en su desenlace. Otro gran tema para nuestros políticos y política mexicana lo es; el Senador sonorense Beltrones, hombre colmilludo priista y socarrón ambicioso, le sacó la lengua al expresidente Fox, perdón, echó una habladilla que afecta dizque a los hijastros de Fox, y éste herido de muerte, le revira con señas obscenas, perdón, con una cita incriminatoria reciclada e inoperante que al parecer relaciona al Senador Beltrones con la maña o chicos malos del narcotráfico, y mire usted, la tormenta política se vino casi al punto de declarar zona de desastre al senado como al sufrido hoy, Estado de Tabasco. Todo mundo hablando por su víctima o verdugo, y los medios de comunicación, politólogos y analistas de dichas empresas del ramo, ocupadísimos como los propios políticos tratar de descifrar estos inusitados fenómenos, que si Beltrán tiene razón o no, que si es el presidenciable o no y por eso, que si Fox ya está loco o enfermo psiquiátricamente, que si su esposa es la causante de todos sus males, incluyendo el presunto suministro de toloache, etc. El agitado mundillo político en toda su expresión y dimensión, se encuentra ocupadísimo y los medios de comunicación atrás de todo esto. ¿y el pueblo? ¿y los grandes temas de la nación? ¿y los planes y planes, globales, estatales o partidarios de desarrollo dónde quedaron? ¿y quién o cuáles funcionarios se acuerdan o tienen tiempo de atender al ciudadano? ¡ah! Pero ya se acerca la próxima elección y hay que estar preparados, hay que renovar comités, cuadros, y yo creo que cuadras; ¿y el pueblo? ¿contento? ¿esperando a tropezarse con la misma piedra ni dos ni tres veces, sino por enésima ocasión? Tal vez, pero quién sabe, sino, al tiempo veremos, ojalá y podamos verlo con cambios.
LA INTERESADA Y ESPECULATIVA INFORMACIÓN
Todos sabemos que los medios de información por radio, prensa o televisión, son empresas para hacer ganancias, riqueza y poder; aunque de todo hay, porque algunas, las menos apenas subsisten, pero las más son verdaderos emporios de poder, lana e influencia; por algo se les identifica en su conjunto como el cuarto poder. Al leer o conocer estos los empleados u operarios, indignados opinarán, ¡miente, miente! Pues nosotros siempre ganamos poco y estamos jodidos, y tienen razón, pues ellos no son los empresarios ni dueños de los negocios, las grandes, medianas y pequeñas transacciones, las hacen los dueños de los circos y no los operarios o empleados, pues éstos tienen que rascarle por otros medios adicionales para subsistir decorosamente y esto pasa casi en todas estas empresas y como siempre, existen las muy honrosas excepciones que hay que reconocer; pero de todo esto ¿qué repercusión tiene para bien o para mal en nuestra sociedad? Mucha, mucha repercusión, de tal manera que sin la difusión simplemente ni los políticos, ni los partidos y casi ni nuestros gobernantes existirían o por lo menos no nos daríamos cuenta de su existencia y como dice el refrán: “ojos que no ven, corazón que no siente” y en consecuencia los ciudadanos ni en cuenta tomaríamos su existencia y es ahí donde radica la importancia y el grado de influencia y poder de los medios; por ello el desarrollo de una difusión especulativa y sólo de enfrentamiento, se convierte en manipulación, oscurantismo y retraso en toda clase de desarrollo social, en consecuencia debemos tener medios de información, fuertes, decorosos, sólidos como empresas respetables, donde la sociedad y gobierno consuman su servicio, pero que a la vez éstos, sean objetivos, profundos, veraces e imparciales y jamás al servicio discrecional o incondicional de ningún actor o grupo político o económico, en detrimento de la sociedad y de la verdad.
Gabriel Salgado Aguilar
Perspectivapoliticasalgado.blogspot.com
*Los grandes temas de la nación ausentes de toda discusión *La especulación informativa, nos ayuda o perjudica
Es muy común que los políticos a través de sus partidos o de manera individual nos hablen de la problemática y carencias graves que persisten en nuestra sociedad en general y de manera particular en algunas regiones o comunidades, inclusive tanto el Gobierno Federal como los estatales formulan obligatoriamente sus respectivos programas de desarrollo y éstos son expuestos a los diversos sectores de la sociedad a través de los medios de comunicación electrónicos e impresos; así mismo los partidos políticos a través de sus bancadas (Diputados y Senadores) hacen una agenda legislativa sobre la cual registran sus más sentidas propuestas, en fin, que por donde quiera que se les vea a nuestros entes políticos y gobiernos, éstos son planes, planes y planes y los problemas nunca se acaban; pero lo que más llama la atención es que los políticos ya como funcionarios se llenan su agenda de ocupaciones triviales, superfluas y se enfrascan en cada discusión, que ya no tienen tiempo para poner en el candelero, mucho menos para integrar a la discusión los verdaderos grandes temas y retos de la nación y que el pueblo menos puede desarrollarlos y nomás nos quedamos mirando o como dicen que dijo el chinito, “nomás milando”. Mire usted apreciable lector como un simple ejemplo: El Presidente Norteamericano en dos o tres renglones de su propuesta general de gasto hecha a su congreso, planteó la pertinencia de apoyar al gobierno mexicano en su esfuerzo y lucha contra el narcotráfico, por lo cual solicitaba 500 millones de dólares para tal efecto, aclarando esto sería en especie no en efectivo; bastó esto para que todas las fuerzas vivas de nuestra folklórica política se avocara al comentario, la especulación, la crítica contra y en pro, y desde luego profusamente secundados por los medios de comunicación que para esto están, pues son empresas que buscan vender atención y entretenimiento. Del tema jamás se volvió a tocar en los Estados Unidos de Norteamérica, porque allá todo es institucional y hasta donde sé, ordenado y desde luego no se sabe si será o no factible la susodicha propuesta, sin embargo ya los mexicanos, la discutimos, opinamos, la diseccionamos, la juzgamos y unos la condenamos y otros la estamos esperando en su desenlace. Otro gran tema para nuestros políticos y política mexicana lo es; el Senador sonorense Beltrones, hombre colmilludo priista y socarrón ambicioso, le sacó la lengua al expresidente Fox, perdón, echó una habladilla que afecta dizque a los hijastros de Fox, y éste herido de muerte, le revira con señas obscenas, perdón, con una cita incriminatoria reciclada e inoperante que al parecer relaciona al Senador Beltrones con la maña o chicos malos del narcotráfico, y mire usted, la tormenta política se vino casi al punto de declarar zona de desastre al senado como al sufrido hoy, Estado de Tabasco. Todo mundo hablando por su víctima o verdugo, y los medios de comunicación, politólogos y analistas de dichas empresas del ramo, ocupadísimos como los propios políticos tratar de descifrar estos inusitados fenómenos, que si Beltrán tiene razón o no, que si es el presidenciable o no y por eso, que si Fox ya está loco o enfermo psiquiátricamente, que si su esposa es la causante de todos sus males, incluyendo el presunto suministro de toloache, etc. El agitado mundillo político en toda su expresión y dimensión, se encuentra ocupadísimo y los medios de comunicación atrás de todo esto. ¿y el pueblo? ¿y los grandes temas de la nación? ¿y los planes y planes, globales, estatales o partidarios de desarrollo dónde quedaron? ¿y quién o cuáles funcionarios se acuerdan o tienen tiempo de atender al ciudadano? ¡ah! Pero ya se acerca la próxima elección y hay que estar preparados, hay que renovar comités, cuadros, y yo creo que cuadras; ¿y el pueblo? ¿contento? ¿esperando a tropezarse con la misma piedra ni dos ni tres veces, sino por enésima ocasión? Tal vez, pero quién sabe, sino, al tiempo veremos, ojalá y podamos verlo con cambios.
LA INTERESADA Y ESPECULATIVA INFORMACIÓN
Todos sabemos que los medios de información por radio, prensa o televisión, son empresas para hacer ganancias, riqueza y poder; aunque de todo hay, porque algunas, las menos apenas subsisten, pero las más son verdaderos emporios de poder, lana e influencia; por algo se les identifica en su conjunto como el cuarto poder. Al leer o conocer estos los empleados u operarios, indignados opinarán, ¡miente, miente! Pues nosotros siempre ganamos poco y estamos jodidos, y tienen razón, pues ellos no son los empresarios ni dueños de los negocios, las grandes, medianas y pequeñas transacciones, las hacen los dueños de los circos y no los operarios o empleados, pues éstos tienen que rascarle por otros medios adicionales para subsistir decorosamente y esto pasa casi en todas estas empresas y como siempre, existen las muy honrosas excepciones que hay que reconocer; pero de todo esto ¿qué repercusión tiene para bien o para mal en nuestra sociedad? Mucha, mucha repercusión, de tal manera que sin la difusión simplemente ni los políticos, ni los partidos y casi ni nuestros gobernantes existirían o por lo menos no nos daríamos cuenta de su existencia y como dice el refrán: “ojos que no ven, corazón que no siente” y en consecuencia los ciudadanos ni en cuenta tomaríamos su existencia y es ahí donde radica la importancia y el grado de influencia y poder de los medios; por ello el desarrollo de una difusión especulativa y sólo de enfrentamiento, se convierte en manipulación, oscurantismo y retraso en toda clase de desarrollo social, en consecuencia debemos tener medios de información, fuertes, decorosos, sólidos como empresas respetables, donde la sociedad y gobierno consuman su servicio, pero que a la vez éstos, sean objetivos, profundos, veraces e imparciales y jamás al servicio discrecional o incondicional de ningún actor o grupo político o económico, en detrimento de la sociedad y de la verdad.
Gabriel Salgado Aguilar
Perspectivapoliticasalgado.blogspot.com
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