Representante Legal

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Políticas públicas y políticas privadas...

Perspectiva Política y algo más…

*Políticas Públicas y políticas privadas *La transparencia y rendición de cuentas formal, ya es un avance.

Casi todos los ciudadanos oímos hablar de política en todo tiempo, pero también muchos escuchamos el concepto de políticas públicas y desde luego si hay políticas públicas, debe existir también lo que significa políticas privadas; y así es efectivamente, yo creo que bien podríamos definir a las políticas públicas como toda aquella acción sencilla o trascendente, realizada por personas que están integradas al sector público o más claro, que se sostiene o percibe salario del erario público; desde luego éste es en un sentido muy amplio y genérico, porque ya más específicamente lo que conocemos como políticas públicas, es el conjunto de medidas tomadas por nuestros gobernantes en turno, respecto del desarrollo social y gasto presupuestal que se constituye con los ingresos públicos e impuestos. Resulta pues trascendente la calidad y pertinencia de todas las medidas o acciones que ordene o emprenda el gobierno, porque precisamente de ello habrá un resultado benéfico o no para la sociedad, en el grado en que la sucesión de los hechos lo genere; ahora bien, ¿cómo se conciben y por quiénes se determinan las políticas públicas? Todos los ciudadanos sabemos que al emitir su voto en un proceso electoral, elegimos a nuestro primer mandatario estatal o federal, así también como a nuestros representantes que forman las cámaras de diputados y senadores, y nosotros como pueblo nominalmente Todopoderoso, hasta ahí llega nuestra influencia, pero no nuestro poder como pueblo, y son éstos funcionarios electos quienes toman toda la potestad para crear, procurar e implementar políticas públicas que “habrán de ser en beneficio de la ciudadanía” bueno, también esto nominalmente. Todo lo anterior nos conduce a concluir qué tan lejos nos encontramos como pueblo de los programas que contengan de verdad las mejores y más indicadas políticas públicas que nos beneficien en todos los sentidos, pero siendo realistas y con los pies en la tierra a lo que podemos aspirar, es a las siguientes dos cosas u objetivos: a) que como sociedad todos en su conjunto experimentamos un progreso gradual en el que tengamos avances notorios; b) que en este proceso de desarrollo y progreso social, nuestros gobernantes o políticos apliquen la creatividad necesaria sin reparar para nada en eso que le llaman costo político y sí implementen medidas en las que el más pobre, el más débil, el que menos tiene, resulte más o prioritariamente beneficiado en ese desarrollo que como consecuencia de la aplicación de las políticas públicas, se dé como resultado. Seguro pensará usted querido lector que soy un iluso, o que hábitos de fumar tengo o practico, pero la verdad es que más temprano que tarde, una gran mayoría de ciudadanos habremos de exigir a nuestros gobernantes electos y hasta dictarles o delinearles cuáles son las políticas públicas que deben de desarrollar o poner en práctica en su gestión para el mayor beneficio de nosotros el pueblo, de eso estamos cercas y si no al tiempo, ya verá; para lo anterior es indispensable que los líderes sociales en general y las agrupaciones culturales y cívicas u ongs de cualquier giro u objetivo, comprendamos y hagamos comprender a toda la ciudadanía, sobre todo a los más pobres o necesitados, que el gobierno todo en su conjunto compuesto por los funcionarios de elección popular y los cientos de miles que éstos servidores generan nombrando a enjambres de funcionarios de confianza (con los salarios e ingresos con nombre extraordinarios para ocultarlos y no aparezcan como salario y además no sean objeto de impuesto, pero que en su conjunto forman muy decorosos y altos ingresos) bueno, lo que se debe comprender es que todo ese gobierno le cuesta al pueblo y no lo contrario que nos han hecho sentir conforme a esa cultura alcahueta y convenenciera que practican aún muchos altos funcionarios y gobernantes, en el sentido de que nos hacen sentir y pensar que nosotros, el pueblo, somos los que les costamos mucho al gobierno, y así nos traen embaucados con las constantes menciones y referencias de que el gobierno te dará, el gobierno te construirá, el gobierno te concederá y el presidente o gobernador, bueno, hasta el tal o cual funcionario te hará, dará tal o cual acción o beneficio, llámese obra, crédito, acciones diversas (educación, salud, seguridad, electrificación, etc.) de tal forma que nosotros el pueblo terminamos creyendo que todo nos lo dan y le costamos al “sufrido, trabajador y generoso gobierno” o gavillas a veces de servidores públicos, y no es ni debe ser así, cuando terminemos por adquirir plena conciencia la mayoría de nosotros, de que es el gobierno en su conjunto el que le cuesta al pueblo, y muy caro por cierto, entonces nuestra sociedad será otra y los resultados serán otros. Ya lo veremos.

LA TRANSPARENCIA Y RENDICIÓN DE CUENTAS…

El hecho de que nuestra joven democracia y joven país como nación independiente cuente ya con normas de tan elevado objetivo y espíritu como la ley de transparencia y rendición de cuentas a la sociedad, hay que reconocerlo como un avance, pues se sabe que en países europeos como Suecia, Noruega y otros ya tienen siglos con normas de esta naturaleza, y si tomamos en cuenta que nuestra cultura mexicana a través de nuestra azarosa historia se ha visto trastocada por diversos actos de nuestro devenir histórico como país independiente, pues entenderemos un poco más del por qué de nuestro gran atraso en diversos órdenes del desarrollo social y político; sin embargo ¿porqué planteamos que en nuestro país ya es un hecho formal, sólo formal, lo de la transparencia y rendición de cuentas? Sí distinguido lector, acertó usted, efectivamente todo hasta hoy es más formal que real, porque mire usted ciudadano, si uno quiere conocer tal o cual información o actuación de nuestros funcionarios y lo solicita usted verbal o por escrito, ya existe un sin número de obstáculos o razones para concederla casi siempre sesgada o incompleta o simplemente nada; claro está, me refiero a información de cierta importancia y calidad , así que sólo lo referente a nuestros estancados empleados públicos o sufrida burocracia que por cierto muy mal utilizada (y de ello éstos no tienen la culpa, pues son sólo peones mal pagados y nada eficaces al servicio de otros, los dueños del negocio) bueno, sobre todo éstos y lo que hagan o dejen de hacer, si nos pueden y nos dan cierta información, así que pues algo habremos o tenemos qué hacer los ciudadanos para que de verdad los dueños de este país en términos reales de usufructo, se sometan a la transparencia y rendición de cuentas frente a los dueños históricos, auténticos y en justicia (el pueblo) para que éste de una vez por todas llegue a los niveles de justicia y de progreso que nos corresponde; algo hay que hacer y mucho, ¿no cree usted?

Gabriel Salgado Aguilar

Perspectivapoliticasalgado.blogspot.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

y la política privada?